Land Rover. La sola palabra ya infunde algo de miedo en quien la lee; sobretodo si ha tenido uno que le ha traído problemas mecánicos. Pero en este caso no se trata de criticar exclusivamente a la marca, sino a un compra-venta que le ha vendido a Paddock Motors, otra empresa de venta de vehículos, un Range Rover Velar que no estaba precisamente en su mejor momento. “¿Qué tengo que hacer yo ahora?”, se pregunta el gerente del conocido establecimiento. Pues por lo pronto parece que arreglar la avería. “No lo puedo vender así”, detalla.
“Un compra-venta me la ha colado”. Así de contundente empieza el detalle comentado por Salva Navarro, gerente de Paddock Motors. Le han vendido desde un compra-venta del que no ha querido desvelar el nombre un Land Rover, concretamente, un Range Rover Velar, uno de los modelos más caros de la oferta del fabricante británico. Este establecimiento le llamó para colocarle un Land Rover que estaba aparentemente en buenas condiciones para que pudiera venderlo desde Paddock Motors. Sin embargo, lo cierto es que se encontró una sorpresa que no se esperaba de ninguna de las maneras. “¿Qué tengo que hacer yo ahora?”, se pregunta.
El coche solo tenía, a ojos del compra-venta que quería desprenderse del vehículo, las ruedas traseras algo desgastadas, pero nada más reseñable. Sin embargo, Salva Navarro se encontró una sorpresa al usar el coche y comprobar si estaba en buen estado. “Tiene una fuga de aceite”, comenta. “Cuando salía del coche, me olía como a gasoil, como a aceite quemado o a algo raro”, detalla. Y es entonces cuando decide subir el coche en el elevador para comprobar de dónde viene dicha pérdida.
El compra-venta aseguró que estaba en perfecto estado, pero no era así. “No, ahora cuando entren más veremos que tal…”, comentó entonces el compra-venta, tal y como detalla Salva Navarro. Pero dicha colaboración nunca llegó a tener lugar. “Solo me ha pasado este y no me ha pasado nada más”, comenta mientras sube el coche al elevador para comprobar de dónde vienen dicha fuga.
“Todo lleno de aceite”, detalla. “Parece que es del cambio y algo del colector o de la mariposa… y del retén también”, insiste mientras muestra los guantes verdes llenos de aceite. Que un Range Rover tenga este tipo de problemas es algo que puede ocurrir. A este y a cualquier coche. Sin embargo, que un compra-venta entre con aparentes buenas intenciones para luego acabar “colando” un coche en mal estado al que hay que meter en el taller para retocar varias averías, no.“Vamos a lavarlo bien ahora, vamos a ver qué pérdida tiene”, insiste Salva Navarro.
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Pero la gran duda del gerente de Paddock Motors no es necesariamente esta. La duda es si puede reclamar este tipo de averías, si debe hacerlo y si tiene que reclamar a quien le vendió este coche asegurando que estaba en perfectas condiciones. “¿Creéis que debería reclamar esto?”, pregunta a sus propios seguidores. “La gente sigue engañando…”, concluye.
