Comprarse un Land Rover es probablemente una de las mayores aventuras (para mal) que puede afrontar un cliente. Ya hay grupos de afectados e incluso pretensiones de alguno de los propietarios por presentar una demanda colectiva, el problema es que las averías son tan variadas que no se podría hablar de un fallo de fábrica concreto, sino de varios a la vez. Este caso es un Range Rover Velar de 88.000 euros nuevo que acude al taller porque se iluminó el testigo de avería de motor. El resultado era que el coche circulaba vacío de aceite, pero lo más impresionante fue la respuesta del taller oficial, tal y como detalla este cliente afectado en un grupo de afectados.
Que te dé fallos tan pronto un coche de 88.000 euros y con poco más de 102.000 kilómetros no debería ser algo muy normal. Pero que pierda “todo el aceite” prácticamente es algo aún más raro. Tal y como detalla este afectado, el vehículo entró en el taller porque se le iluminaba la luz de fallo de motor, pero lo que le pasaba era que no tenía nada de aceite (ni un sensor que advirtiera de que el problema del motor era precisamente ese, que no tenía aceite). Lo más curioso es que la recomendación del taller oficial de Land Rover fue decirle que “en esos coches” lo ideal era bajarse del vehículo de forma periódica para comprobar con la varilla del aceite cuál es el estado de este componente.
El resumen no va demasiado bien. Te compras un Range Rover de 88.000 euros y te dicen que no tiene aceite y que has cometido más errores porque no se te ha ocurrido comportarte como si tu coche fuera de los años 50, es decir, bajándote cada poco tiempo para comprobar de forma manual que el aceite tenía el nivel correcto. Al final, al cliente le dieron un presupuesto de 3.800 euros en total, con la revisión incluida. Pero lo cierto es que los mecánicos del taller oficial ya han visto todos los problemas que le pueden dar, con un presupuesto que ya llevaría a las cinco cifras.
El hecho de haber circulado sin aceite habría destrozado otros sistemas, tal y como detallan en la factura desde el taller oficial. Las recomendaciones de Land Rover son diversas: cambiar la cadena de distribución, el sistema de mallado EGR, otra avería en el intercooler y la bomba refrigerante. Todo para poner al final que el cliente se ha llevado el coche sin reparar (para que si se vuelve a pasar por el taller por algún fallo más general, puedan tener cubiertas las espaldas. Tras ver esto, el cliente ha detallado que intentará ir a otro taller para que le digan si tiene que cambiar todo lo que le han recomendado o no. Donde está la duda es si es un fallo culpa de un mal uso del vehículo o un fallo de origen del fabricante.
Este caso se ha dejado ver en un grupo de afectados donde hay personas que han tenido un Land Rover y que están intentando presentar una demanda colectiva contra la marca por todos estos casos tan paradigmáticos. Desde luego, Land Rover no tiene una de las mejores y más fiables garantías. Esto sin duda, dados los casos que hemos podido relatar en CHASIS CERO. Sin embargo, de momento este intento no se ha materializado del todo porque los fallos y las averías son de diferentes naturalezas para que todas desemboquen en un fallo de motor completo. Habrá que seguir de cerca este caso, porque el hecho de que te recomienden con un coche de lujo que pares a mirar la varilla no parece el mejor de los consejos.
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