CUPRA

Cupra se sigue ahorrando unos euros con la frenada del Born y aplicará otra vez frenos de tambor

Cupra Born
Cupra Born

La obsesión por abaratar costes siempre ha estado presente en la mayoría de modelos de acceso, pero no necesariamente en aquellos que presumen de ser coches premium o incluso deportivos.

Hoy vamos a hablar del Cupra Born y de una de sus características más llamativas y que pasan más desapercibidas. Este coche 100% eléctrico que ofrece una potencia de (agárrense a la silla) 204 a 231 caballos. No está mal dadas las condiciones y que es un utilitario deportivo.

El problema es que una marca como Cupra (que presumía de ser la parte premium de Seat hasta hace poco) y un coche de 44.000 euros como mínimo tiene frenos de tambor. Triste, la verdad.

Todos los que han probado el coche lo han visto. La estética es rompedora. Ese toque deportivo, un coche pequeño y agresivo, potencia para aburrir para el peso… todo estaba a su favor.

Interior del Cupra Born.
Interior del Cupra Born.

El problema es que marcas como Cupra (y no es la única, ni mucho menos) están buscando abaratar costes de forma dramática a cuenta de la eficacia de frenado.

Que compren materiales de plástico y de mala calidad para los interiores del vehículo tiene un pase (y lo hacen en el Cupra también de forma obsesiva), pero no que lo hagan con componentes que afectan directamente a la eficacia de frenado del vehículo.

El tren trasero del Cupra Born tiene frenos de tambor y todos sabemos lo que pasa con este componente y por qué se dejó de aplicar: son muy ineficaces… y más en un deportivo.

Los frenos de tambor no solo frenan menos, sino que se desajustan. La mayor ventaja que tienen es solo aplicable a la marca: es mucho más barato poner un freno de tambor que uno de disco.

Pero que lo hagan en un coche que presume de ser un eléctrico deportivo es realmente dramático si se tiene en cuenta el ejercicio de marketing que rodea al Born.

Perfil del Cupra Born.
Perfil del Cupra Born.

Ni siquiera Volkswagen con su ID.3, que comparte chasis con el Born, se ha lanzado tanto a la piscina a la hora de vender la deportividad de este modelo. Pero Cupra no podía ser menos.

El Cupra Born es un coche que cuesta un mínimo de 44.000 euros (hoy en día tienes auténticos cochazos en el mercado de segunda mano por este precio). Tiene más de 200 caballos de potencia y una estética rompedora.

Acelera de 0 a 100 kilómetros por hora entre 6,6 a 7,3 segundos y lo puedes usar casi para el día a día, pues tiene un maletero de 385 litros. Pero lo cierto es que han patinado en algo que no es solo culpa de Cupra.

Los frenos de tambor tienen una segunda vida en el mercado del automóvil porque la feroz competencia ha obligado a las marcas a ofrecer coches cada vez mejores a nivel tecnológico por precios similares.

Cupra Born
Cupra Born

Lo que hacen marcas como Cupra o incluso Renault (véase el nuevo Clio y sus frenos de tambor relucientes) es invertir algo más en tecnología en detrimento de la calidad interior del coche o incluso de componentes clave como los frenos.

Es cierto que no se han atrevido todavía a tocar los frenos delanteros (siguen siendo de disco), pero los traseros están condenados al olvido para abaratar costes.

Los mecánicos consultados coinciden en el diagnóstico: los frenos de tambor son menos eficaces que los de disco, pero son más baratos. Que se haga con un Clio podría (y decimos podría porque estamos generosos hoy) tener algún tipo de excusa.

Pero que un Cupra Born, nacido para la deportividad, los coloque no tiene perdón. Así que, dicho esto, ya queda en la mente del cliente la decisión de comprarse o no este modelo que, efectivamente, es precioso a la vista.