TESLA

Un periódico alemán desmonta el prestigio de Tesla: "Ha sido espeluznante"

El periodista alemán desmonta paso a paso todos los mitos de Tesla.
A partir de 130 km/h, la autonomía de los eléctricos cae en picado.
A partir de 130 km/h, la autonomía de los eléctricos cae en picado.

Un periodista alemán ha detallado su experiencia al frente de un Tesla Model S 90 D y no ha dejado indiferente a nadie, especialmente con el “desastre” que hay detrás de su denominado por la marca norteamericana como piloto automático.

La experiencia ha sido lo suficientemente llamativa como para que Dusan Zivadinovic haya visto pertinente y necesario contar de forma detallada en qué consiste este mal denominado como piloto automático de una marca cuya imagen está cayendo en picado desde hace unos años.

"El fabricante de automóviles Tesla es considerado un pionero en el desarrollo de sistemas de asistencia al conductor y los automóviles Tesla a menudo se desempeñan bien o muy bien en las pruebas. Sin embargo, mis experiencias a largo plazo con un Tesla Model S son aleccionadoras y, a veces, incluso espeluznantes”, empieza el artículo.

“Desde 2019 he recorrido alrededor de 20.000 kilómetros con un Tesla Model S 90D, construido en 2016 (remodelación) y hardware de piloto automático 2.0”, comenta el periodista alemán en la revista alemana c´t.

Y es aquí cuando cuenta con todo lujo de detalles el calvario que sufrió al llevar un Tesla que le prometían que tendría un piloto automático lo suficientemente anunciado como para pensar que efectivamente te ayudaría a conducir cuando estés con pocas ganas de subirte al coche.

Tesla Model S
Tesla Model S.

Una vez dada esta introducción, el periodista alemán empieza a detallar todos y cada uno de los fallos que da el coche en su modo automático, al menos aparentemente.

“En la práctica, el control de crucero a distancia en particular me dejó una mala impresión. A pesar del radar, deja de funcionar con niebla, lluvia intensa y nieve y cuando la ventana de la cámara frontal está sucia”, detalla Dusan Zivadinovic.

“El automóvil reduce a menudo la velocidad inesperadamente porque calculó mal la situación. Si deja el grado de recuperación en la configuración predeterminada, esto equivale a un frenado significativo", comenta el periodista.

"Aunque la electrónica activa las luces de freno, los conductores de los vehículos siguientes deberán sorprenderse si, por ejemplo, con la autopista delante del Tesla vacía, se encuentran con que el coche realiza una frenada inesperada y también pueden verse obligados a realizar paradas de emergencia”.

Tesla Model S.
Tesla Model S.

“Este frenado repentino ocurre en áreas pobladas, cuando las islas peatonales se curvan o cuando se acercan a pasos subterráneos oscuros y empinados. En carreteras secundarias, esto sucede a velocidades normales (80 a 90 km/h) frente a curvas elevadas con barreras de protección y en carreteras secundarias”, insiste.

“También se vuelve crítico al adelantar en la autopista: conduce a una velocidad constante (por ejemplo, 110 a 130 km/h) en el carril derecho y comienza a adelantar. El vehículo de delante también conduce a una velocidad constante.

El Tesla se acerca a unos 20 o 30 metros y al cruzar la línea central al cambiar de carril, frena sin motivo aparente. De esta manera irrita a los seguidores y provoca frenadas de emergencia y maniobras evasivas. Eso hace que cada conductor sea más cuidadoso”, insiste.

Luego también se meten a hablar sobre los sensores de lluvia, muy criticados en los Tesla. “A diferencia de muchos otros fabricantes, Tesla no usa un sensor de lluvia separado, sino que intenta usar las cámaras del automóvil (etapa beta de desarrollo)".

Interior del Tesla Model S.
Interior del Tesla Model S.

El control del limpiaparabrisas funciona bien cuando se conduce hacia adelante; en la mayoría de los casos, el automóvil detecta lluvia y enciende los limpiaparabrisas. No tiene limpiaparabrisas trasero.

Pero no solo se queda aquí. “La serie de rarezas continúa con el reconocimiento de objetos. El coche interpreta bicicletas encadenadas a farolas como ciclistas. Un estante instalado al final de un garaje lo interpreta como un camión y no reconoce algunas señales de límite de velocidad, incluso en carretera abierta y de día, a pesar de que las cámaras están limpias”, detallan en el artículo.

Hasta el aire acondicionado da problemas. “La electrónica de a bordo controla el aire acondicionado de manera igualmente condescendiente: no importa la temperatura o la velocidad del ventilador que haya configurado, al día siguiente, a más tardar, el automóvil ajusta los valores como lo considera oportuno e ignora las necesidades del conductor”, cuentan en la revista alemana.