Imagina que te compras un Jaguar F-Pace de segunda mano, con 60.000 kilómetros, y piensas que vas a tener un coche para muchos años. Parece un chiste mal contado, pero lo cierto es que este cliente, miembro de un grupo de afectados de Jaguar Land Rover, ha vivido un auténtico infierno pocos kilómetros después de haberse comprado su vehículo aparentemente premium. Un turbo en mal estado se llevó por delante el motor. Y tras una batalla vía mail con el servicio posventa de la marca, por fin tiene la ansiada respuesta del fabricante; algo que no deja satisfecho a nadie.
El coche, como decíamos, lo compró de segunda mano con 60.000 kilómetros. Pocos para una marca premium. O al menos es lo que debería ser. Los primeros kilómetros dio buen resultado. De hecho, tanto que el propietario decidió comprar otro (un e-Pace). El problema llegó con los 130.000 kilómetros, cuando el turbo del F-Pace se rompió y derivó en un auténtico desastre lamentablemente con muchos precedentes. El motor quebró, se quedó completamente inutilizadle y evidentemente la reparación superaba las cinco cifras, como en todos los Jaguar Land Rover que corren el mismo destino. Lo “divertido” es la respuesta de Jaguar, quienes se desentienden por completo de lo ocurrido a este cliente.
Que si “no es lo ideal”, que si “ellos ofrecen garantía” y muchas más excusas que en realidad no sirven para más que para decirle al cliente que si su coche se ha roto por un fallo (ya sea endémico o no), pues mala suerte. Este cliente lleva tiempo peleando con el fabricante para ver si de alguna manera se pueden hacer cargo de parte de su avería, al igual que sí hacen otras marcas premium como BMW, quienes sí han lanzado campañas importantes para reparar fallos endémicos de sus motores.
Hay quejas por todos los fallos de los motores de Jaguar Land Rover, pero más aún con el servicio posventa y por cómo se desentienden completamente de sus motores y de sus clientes cuando acuden a los talleres oficiales para pedir explicaciones. Las reparaciones generalmente superan los 10.000 euros, y en algunos casos, desde CHASIS CERO tenemos constancia de propietarios que se han gastado más de 30.000 euros en reparaciones de su Land Rover. Pero en este caso, el cliente no ha tenido suerte.
LA CARTA
“Aunque no es lo ideal que se produzca una incidencia técnica durante la vida útil de un vehículo, desgraciadamente, en determinadas ocasiones, pueden darse estas situaciones, por ello existe una garantía que cubre a todos los bienes comerciales, una garantía contractual que tiene una duración de tres años desde la fecha de entrega a su primer propietario, y en relación a su vehículo esta finalizó en Junio de 2020
No obstante, pasado este plazo estamos dispuestos a colaborar para ayudar a un cliente, siempre como atención comercial. Para tomar una decisión de este tipo, se estudian varios factores, como la antigüedad y kilometraje del vehículo, tipo de incidencia, historial de mantenimiento, etc. En este sentido, para su Jaguar con 6 años de antigüedad, la incidencia en cuestión ya no está cubierta por los criterios de atención comercial, lo que nos impide realizar cualquier atención comercial, tal y como puede comprobar en tu manual de garantía.
Por todo lo anteriormente expuesto, sentimos no poder ofrecerle, en esta ocasión, la respuesta que esperaba, ya que no disponemos de datos que nos permitan atribuir su incidencia a un posible defecto de fabricación, ya que tendría que producirse en los primeros meses de vida de su vehículo y no más de 6 años después”, tal y como ha detallado el cliente afectado en el grupo de afectados.
