Curiosidades

El secreto mejor guardado de Cadillac, Aston Martin o Chevrolet

Muchos se han apuntado el mérito de logros que ya habían conseguido otros previamente

Durante el último siglo y cuarto, el automovilismo se ha enredado en una red de mentiras y medias verdades. Sería bueno poder demolerlos a todos, pero, desafortunadamente, eso va incluso más allá de escribir un libro. Sin embargo, al menos podemos hacer un comienzo en esta entrada y desmentir algunos de los mitos automotrices más extendidos a lo largo de todo el mundo.

Con ese espíritu, aquí hay te traemos cinco falacias del mundo del motor que podrías creer que son ciertos, pero que no lo son. Por supuesto, no solo te diremos que es mentira, si no también cuál es el verdadero dueño de esa propiedad intelectual. Porque una cosa es quien tiene la idea primero, quien la patenta antes, quien la lanza al mercado en primicia y quien se encarga de popularizar dicha idea. Precisamente, son estos últimos los que se han solido apuntar el mérito en muchas ocasiones.

Americanos y tracción delantera

Cadillac Fleetwood Eldorado (1969)
Cadillac Fleetwood Eldorado (1969)

El mito:

Los estadounidenses odian la tracción delantera. No tienen interés en hablar o de pensar en los coches que se conducen a través de sus ruedas frontales. Les encantan los vehículos de tracción trasera, por supuesto, especialmente si están equipados con grandes motores V8, y la tracción en las cuatro ruedas se considera una alternativa aceptable para las camionetas. Así ha sido, es ahora y será siempre. O eso pensarías, si tienes una visión caricaturesca del comportamiento estadounidense.

La verdad:

Hay una gran cantidad de coches con tracción delantera a la venta en los EE. UU. hoy en día. Pero esto no es un fenómeno actual. Por ejemplo, las ruedas delanteras eran las motrices del Cadillac Eldorado desde 1967 hasta 2002, a pesar de que en un momento tuvo un motor V8 de 8.2 litros debajo del capó. También hubo muchos otros, incluido el fabuloso Cord L-29 de 1929. Tres de los turismos más vendidos ahí (a diferencia de las camionetas o los SUV) son el Toyota Camry, el Honda Civic y el Toyota Corolla; delantera.

El nombre Aston Martin

El mito:

A menudo, se duele comentar que Aston Martin lleva el nombre de uno de sus fundadores, Lionel Martin (1878-1945), y la ciudad de Aston Clinton, en Buckinghamshire. Martin tenía muy poca conexión personal con la ciudad aparte de ganar una carrera de ascenso que era, y sigue siendo, una vía pública. La mayor parte de esto es cierto, pero cualquiera que cuente la historia exactamente así está cometiendo un error significativo.

La verdad:

La parte de Martin del nombre, de hecho, se refiere a Lionel Martin, pero Aston se refiere a la carrera de ascenso, que se llama (como era de esperar) Aston Hill, y no a la metrópoli. Por supuesto, existe un vínculo entre los nombres de Aston Clinton y de Aston Hill, una historia demasiado larga para contarla aquí, pero la compañía de lujosos deportivos definitivamente lleva el nombre de este último, y no del primero. Además, sus logotipos es uno de los más antiguos e invariables de la historia de la automoción.

¿Qué pasó con el Chevrolet Nova?

Chevrolet Nova SS (1968)
Chevrolet Nova SS (1968)

El mito:

Se dice que el Chevrolet Nova no tuvo éxito en los países de habla hispana porque “nova” es significa en español “no va”, es decir, que no funciona. Cabe matizar que nos referimos a los los mercados latinamericanos, donde Chevrolet ha disfrutado de una gran presencia desde hace décadas. La única forma de ver alguno de esos modelos por aquí es que se haya traído desde el otro lado del charco. En su mayoría, todavía hay muchos que funcionan.

La verdad:

La palabra “nova”, con el acento en la primera sílaba, significa lo mismo en español que en inglés: la aparición repentina de lo que parece ser, pero en realidad no es. En otras palabras, una nueva estrella. En cualquier caso, “no-va” suena diferente de “nova” porque el énfasis está en el segunda sílaba. Los hispanohablantes nunca confundiríamos los dos términos y la verdad es que hay buenas razones para ofenderse con Chevrolet pot pensar mal... Aunque es verdad que el Nova no es la panacea de la calidad General Motors.

Las carreras de aceleración (Drag racing)

El mito:

Las carreras de aceleración consisten en dos pilotos que compiten entre sí en línea recta en un punto de partida. Desde que se formalizó el deporte a principios de la década de 1950, la longitud de la pista en eventos siempre ha sido de un cuarto de milla (402 metros), seguida de una escapatoria mucho más larga. En los eventos amateurs, las carreras pueden tener lugar en un octavo de milla, pero el cuarto de milla es la norma. Bueno, más o menos.

La verdad:

Cualquiera que te diga eso no ha prestado atención al deporte durante más de una década. Los coches propulsados ​​por nitrometano y que corrían en eventos de la National Hot Road Association (NHRA) en los EE. UU. debían competir solo 1.000 pies (305 m) desde mediados de la temporada 2008, luego de la muerte del piloto profesional Scott Kalitta (1962-2008). La nueva regla fue adoptada por otros órganos de gobierno de todo el mundo en los años, ya que se superan los 540 km/h de punta en la línea de meta.

Producción en masa

Oldsmobile Curved Dash Runabout (1901)
Oldsmobile Curved Dash Runabout (1901)

El mito:

El Ford Model T (tema de otro mito al que nos referiremos próximamente) a menudo se cita como el primer coche de producción en masa. Parece tener sentido, dado que Ford produjo una gran cantidad de Model T: más de 15 millones durante más de 18 años, lo que siguió siendo un récord hasta que Volkswagen finalmente lo eclipsó en 1972 con el Beetle. Pero, como veremos, aparentar tener sentido y ser cierto no es lo mismo.

La verdad:

No hay duda de que Ford fue el primer fabricante con una línea de montaje en movimiento. Sin embargo, el Oldsmobile Curved Dash de 1901 (formalmente conocido como Model R) se armó utilizando piezas intercambiables varios años antes que el Model T. En este caso, la cadena de montaje era lo que hoy podríamos llamar “virtual”. Otro contendiente a al título, Daimler, argumenta que el Benz Velo fue el primer turismo de producción a gran escala, ya que se construyeron más de 1.200 ejemplares entre 1894 y 1902.