Curiosidades

Desmontamos algunos de los mitos que tienen que ver con los coches

Muchos se han apuntado el mérito de logros que ya habían conseguido otros previamente

En muchas ocasiones, la cultura popular nos hace creer cosas que no han ocurrido como se nos ha contado. En el mundo de la automoción pasa exactamente lo mismo. A lo largo de la historia se han inculcado muchas mentiras, donde muchos fabricantes y modelos han logrado un mérito que no merecían.

Eso no quiere decir que no lo popularizaran, pero como suelen decir, del dicho al hecho hay un trecho. Después de una curiosa primera parte, en esta ocasión traemos otros cinco mitos automotrices muy extendidos que vamos a tratar de corregir. El mundo seguirá igual y nada cambiará, pero después terminar con esta lista, podrás sentirte culturizado y corregir a esos pobres ilustres que tan solo desean imponer su razón sin la investigación pertinente. 

Carreras de ascenso (Hillclimbing)

Ari Vatanen subiendo el Pikes Peak en su Peugeot 405 T16 (1988)
Ari Vatanen subiendo el Pikes Peak en su Peugeot 405 T16 (1988)

El mito:

Las carreras de ascenso, o hillclimbing, son una de las formas más antiguas de los deportes de motor. Ahora que se lleva a cabo en lugares tan variados como Pikes Peak (Colorado, EE. UU.), Shelsley Walsh (Reino Unido) y Trento-Bondone (Italia), se acepta universalmente que comenzó a finales del siglo XIX. Según la leyenda popular, el primer evento tuvo lugar entre Niza y La Turbie, en el sur de Francia, el 31 de enero de 1897. 

La verdad:

La carrera Nice-La Turbie de 1897 no fue un evento independiente, sino la etapa final de una competición de tres días. Originalmente, la línea de meta estaba destinada en Montecarlo, pero la sección final descendente no fue competitiva por miedo a quedarse sin frenos. Si no contamos un evento realizado en Charles River Park en Boston, Massachusetts, en octubre de 1898 (porque era parte de una exhibición), la primera carrera de ascenso genuina llegó el mes siguiente en Chanteloup-les-Vignes, cerca de París. 

El Ford Model T solo se podía comprar en negro

El mito:

En su autobiografía My Life and Work, Henry Ford (1863-1947) escribió: “Cualquier cliente puede tener un coche pintado de cualquier color que él quiere, siempre que sea negro”. Ha pasado casi un siglo desde que se supone que sucedió esto, y es fácil tomar la historia al pie de la letra. Una explicación común es que la pintura negra se secaba más rápido después de haberla rociado sobre la carrocería. Habiendo leído hasta aquí, sospecharás que las cosas no son lo que parecen.

La verdad:

El Model T entró en producción en 1908 y el negro no estuvo disponible siquiera durante los primeros seis años. Según un estudio exhaustivo realizado por el historiador del Model T, el Dr. Trent Boggess, todos los modelos fabricados de finales de 1914 a verano de 1925 (unos 11,5 millones de los más de 15 millones producidos) eran negros. Se reintrodujeron otros colores para los últimos años de producción. Por lo que es cierto que la mayoría de los Ford Model T eran negros, pero no es verdad que todos lo fueran.

GP de Estados Unidos 2005: la carrera de F1 más aburrida

El mito:

Aunque hay varios contendientes, el Gran Premio de Indinápolis de 2005 se menciona como la carrera de Fórmula 1 más aburrida jamás celebrada (sin contar el GP de Bélgica de 2021). Tras descubrir que los neumáticos Michelin corrían el riesgo de pincharse en la curva 13, los equipos con este calzado optaron por no correr tras la vuelta de calentamiento. Solo había seis coches con neumáticos Bridgestone: la pareja de Ferrari, Jordan y Minardi.

La verdad (más o menos):

Algo que podría ser más aburrido que el GP de Estados Unidos de 2005: el GP de Francia de 1926. Se inscribieron 12 coches, pero solo aparecieron tres coches de Bugatti. Pierre Vizcaya (1894-1933) se retiró temprano por fallo en el pistón. Bartolomeo Costantini (1889-1941), temiendo que le pasara lo mismo, frenó hasta tal punto que acabó a 15 vueltas del ganador, Jules Goux (1885-1965), y no se clasificó. En comparación, la carrera en Indianápolis 79 años después estuvo cargada de emoción.

Mercedes-Benz y “las flechas de plata”

El mito:

“Las flechas de plata” es el nombre colectivo de los monoplazas de Mercedes-Benz. La casa germana ha ganado los títulos de pilotos y constructores en el mundial de F1 todos los años desde 2014 hasta 2020. El nombre ha caído ligeramente en desuso recientemente, porque la pintura se cambió de plata a negro al comienzo de la temporada 2020 (y presente aun en 2023). Todo es cierto, la historia de “las flechas de plata” es, de hecho, mucho más larga.

La verdad:

Las primeras “las flechas de plata” fueron los formidablemente y potentes Auto Union y los Mercedes-Benz de los años 30, que dominaron casi por completo las carreras de Grand Prix hasta 1939 mientras establecían varios récords de velocidad. El nombre resurgió a mediados los 50, cuando Mercedes-Benz hizo el W196. Esta vez, la marca permaneció en el deporte el tiempo suficiente para que Juan Manuel Fangio asegurara dos de sus cinco títulos. Y si, ese nombre venía de dejar el metal al descubierto, sin pintar.

El Toyota Corolla es el coche más vendido de la historia

El mito:

A veces se hace referencia al Toyota Corolla como el “automóvil más vendido del mundo”. A primera vista, ni siquiera está cerca. Toyota informó en agosto de 2021 que las ventas del Corolla habían superado los 50 millones de unidades. Esa monstruosa cifra es, al menos, 10 millones más que el total combinado de dos poseedores del récord, el Volkswagen Beetle y el Ford Model T. Pero hay que mirar la historia con mucho cuidado.

La verdad:

No hay motivo para dudar de la afirmación de Toyota tal como está, pero ¿cómo se define lo que es en realidad un Corolla? Definitivamente no es un solo modelo. El Corolla se fabrica desde 1966 y ha vivido 12 generaciones. Los primeros y los últimos no se parecen entre sí, aparte de sus nombres. Por el contrario, el Model T y el Beetle se actualizaron muy poco a lo largo de su vida. Eso no quiere decir que las partes puedan intercambiarse entre ejemplos de décadas diferentes, pero sería justo hablar de ellos individualmente