Talleres

Tu mecánico se aprovecha cuando le pides esto... deja de hacerlo

Porque podrías ahorrarte unas pelas si te informas

Tradicionalmente, pedir una “puesta a punto” significaba que el mecánico te mirase con un mínimo de detalle el coche para decirte que piezas deberías de reemplazar porque ya están críticas, mirar los filtros y los líquidos, comprobar los niveles, ver que los neumáticos y los frenos continúan ofreciendo seguridad, y hacer un chequeo eléctrico. Vamos, lo que viene a ser una revisión general del coche

Años atrás, operaciones de este tipo incluían cambios de piezas que hoy en día no requieren ser renovadas con tanta frecuencia. Sin embargo, el término se mantuvo y la gente todavía pide a los mecánicos que le hagan una puesta a punto a sus compañeros motorizados. Sin embargo, un experimentado especialista en reparaciones, que también es propietario de un taller, nos plantea que deberíamos renunciar a la costumbre de pedir una puesta a punto, ahorrando unos euros en el proceso.

Si perteneces a la llamada Generación Z, es poco probable que una “puesta a punto” tenga algún significado para ti. Los propietarios de los vehículos más antiguos solían solicitar una operación de este tipo para asegurarse de que sus coches siguieran funcionando como el primer día. Pero eso no significaba el mantenimiento rutinario que conocemos hoy en día. No se trataba solo de cambiar aceite y filtros, mirar los frenos y verificar la profundidad de la banda de rodadura de los neumáticos.

La “puesta a punto”  no sólo se aplica al motor y a operaciones tendentes a lograr un buen rendimiento, sino también a todo lo que atañe a un vehículo para funcionar perfecto

Y no, tampoco tiene nada que ver con ajustar o aumentar la potencia del tren motriz, como algunos pueden creer. Una puesta a punto solía significar una verificación en profundidad del corazón mecánico que late en todos los coches, así como en sus componentes internos y accesorios. Si el mecánico notaba que algo andaba mal y no podía repararse, le habría dicho al cliente que pagara el arreglo. Eso incluía a las bujías, tapas de balancines, calentadores, bobinas de encendido y muchos otros componentes.

Al mismo tiempo, este complejo procedimiento implicaba que el carburador debía ajustarse cuidadosamente para que funcionase de manera óptima. Y así es como el término “tune” (o “tuning”) se involucró en este control de estado de los coches, mayoritariamente anteriores a la década 1980. Era un procedimiento bastante meticuloso que contrasta hoy en día con los ordenadores que hay a bordo de un vehículo, los cuales garantizan que los sistemas de encendido y combustible siempre funcionen óptimo. 

Los automóviles sólo necesitan que se reemplacen algunas de sus piezas de vez en cuando y las reparaciones al uso son cada vez más raras. Para algunos de nosotros los coches actuales se parecen demasiado a la tecnología de los smartphones. Esa no es una práctica sostenible. Pero si el término “puesta a punto” te lo transmitieron o si es algo que todavía usas cuando vas al taller... No lo hagas. No lo decimos nosotros, sino un conocido mecánico que recurrió a YouTube para compartir algunos de sus conocimientos.

Desde el canal The Car Care Nut, conocido por su más que impresionante experiencia con los coches de Toyota y Lexus, sostienen que un mecánico honesto te dirá cuando solicites una operación de este tipo que no existe “una puesta a punto en los vehículos modernos”. Al mismo tiempo, el hombre es consciente de que algunos talleres pueden aprovecharse de clientes desprevenidos y cobrarles por cosas que no habrían necesitado en primer lugar, o que ni siquiera se trata de un componente nuevo u original.

The Car Care Nut considera que pedir una puesta a punto es como invitar a ese mecánico o asesor comercial a venderte lo que quiera o crea que aceptarías sin hacer preguntas

Nuestro protagonista aconseja a los propietarios que investiguen adecuadamente antes de acudir a un centro de servicio para posibles reparaciones. Dado que vivimos en un mundo muy conectado, también es una buena idea preguntarlo a través de un e-mail un WhatsApp o a la vieja usanza: llamando por teléfono. Seguramente, alguien ya ha tenido que pasar por una experiencia similar en algún momento, así que en la mayoría de los casos una búsqueda en Google puede ser suficiente para encontrar el sitio adecuado.

Tener los mínimos conocimientos sobre tu coche también podría ser de gran ayuda cuando alguien te intente cobrar más de lo necesario. Podrías descubrir su manual de estrategias de inmediato. Porque casi todo lo que puedas necesitar para una “puesta a punto”, aparece en el manual del propietario. Si no hay una copia impresa disponible, los foros online o la web del fabricante son buenos lugares para comenzar la investigación. Si no, también te puedes acercar a un taller de servicio oficial y preguntar, por curiosidad.

No hay documento que no haya sido digitalizado cuando se trata de manuales de vehículos fabricados después del año 2000, por lo que es fácil encontrar los datos de tu coche

Por último, también sería de gran apoyo que conocieras más sobre la longevidad de algunas piezas de tu coche. El mantenimiento preventivo podría contribuir en gran medida a ahorrar dinero en el taller. Del mismo modo, no hay que avergonzarse de pedir un consejo y de decir que no si alguien te está vendiendo gato por liebre.