Recientemente, Koenigsegg tuvo la oportunidad de mostrar el Gemera de producción, o lo que es lo mismo, uno de los coches más increíbles y extremos que el ser humano jamás ha visto. No solo es el cuatro plazas más rápido del mundo, si no que ofrece un enfoque hacia los pasajeros inaudito en un conjunto que cuenta con unas prestaciones de infarto.
James Walker, del canal de YouTube Mr JWW, pasó tiempo con Christian von Koenigsegg en el Monterey Car Week (California, EE. UU.) para conocer todo sobre este increíble coche. Tal como su nuevo motor. Si bien se puede escoger con un motor de tres cilindros sin árbol de levas, Koenigsegg ha apostado por montar también el motor V8 del Jesko, una unidad de 5.0 litros que, por sí sola, entrega 1.500 CV y 1.500 Nm. Junto a un potente sistema eléctrico, el Gemera entrega un total de 2.300 CV y 2.750 Nm a las cuatro ruedas.
Con esas cifras y un peso de menos de dos toneladas, podría acelerar de 0 a 100 km/h en menos de dos segundos y continuar hasta los 400 km/h de velocidad máxima. Pero si eso te llama la atención, no deja de ser menos curiosa su transmisión de nueve relaciones con tres embragues. La verdad es que este coche se merecería un reportaje aparte tan solo dedicado a sus innovaciones técnicas. Sin embargo, en esta ocasión querría centrarme en un aspecto técnico muy concreto y que llama mucho la atención: sus posavasos.
Dichos posavasos lucen una llamativa disposición, que ofrece un juego con calefacción y con refrigeración para cada pasajero. Esto puede mantener temperaturas tan altas como 50° C o tan bajas como 6 °C, y lo hace simultáneamente usando un principio aerodinámico llamado “efecto termoeléctrico Peltier”. Esto se describe, en pocas palabras. como el intercambio de calor que se produce cuando una corriente eléctrica pasa a través de dos elementos que son diferentes pero igualmente conductores, y que compensan entre sí.
Básicamente, existe una correlación directa entre la corriente y la temperatura, y pasar una corriente a través del tipo correcto de circuito provoca que se cree un intercambio de calor muy efectivo, donde un lado se calienta activamente y el otro se enfría automáticamente. De manera complementaria, enfriar activamente un lado convierte al opuesto del circuito en un disipador de calor. Parece algún súper sencillo y realmente es una solución ingeniosa, pero tardó más de dos años en perfeccionarse y llevarse a la práctica.
¿Por qué no se le ha ocurrido a ningún otro fabricante? Si ya existe el asiento calefactado y ventilado, ¿por qué no llevar esa idea al posavasos del coche? Seguro que muchas veces has ido a comprarte un refrigerio, especialmente en esos tediosos y calurosos día del verano, y en apenas dos sorbos (con el aire acondicionado puesto) ya se te ha calentado la bebida. Y lo mismo ocurre en invierno cuando buscas beberte un café calentito y se te enfría como si le hubieses soltado un par de bloques de hielo. Es una pequeña gran idea.
Por supuesto, esto no es lo que más nos entusiasma del Gemera, pero sin duda es una cosa que nos hace pensar en que el ser humano aun tiene mucho ingenio que demostrar. Estos posavasos son lo que toda persona que pasa muchas horas al volante desearía, y esperemos que sujeten bien en el Gemera. Un coche que podrá llevarte a ti a tu familia (siempre que no seáis más de cuatro) de viaje por el mundo gracias a su espacioso habitáculo. Y no tendrás que parar muchas veces a repostar, pues promete más de 1.000 km de autonomía.
La construcción de los Koenigsegg Gemera de preproducción se llevará a cabo durante los próximos seis a ocho meses, después de lo cual comenzarán las pruebas. La producción de los modelos destinados a los clientes comenzará el próximo año y las entregas se realizarán a partir del primer semestre de 2025. De cualquier forma, te recomendamos mirar el vídeo de Walker que hay sobre estas líneas, aunque sea únicamente para escuchar el estridente sonido del motor V8... Como decíamos, este coche es digno de estudio.
