Para los amantes de la historia automotriz, este coche es un auténtico tesoro. El Hispano-Suiza J12 de 1936, carrozado por Saoutchick, es una verdadera joya sobre ruedas que, además, tiene una emocionante conexión con el famoso agente secreto James Bond en la película "Moonraker". Pero más allá de su fama en el cine, este modelo español ha sido catalogado como uno de los mejores coches de su época y, según los expertos, su cotización en el mercado actual se estima entre 2,3 y 3,2 millones de euros. Una auténtica fortuna que será puesta a prueba cuando este ejemplar excepcional se subaste en Pebble Beach el próximo 18 de agosto.
El Hispano-Suiza J12 es un ejemplo de ingeniería y diseño magistral. El motor de seis cilindros, creado por el ingeniero suizo Marc Birkigt, impresionaba con sus 9,4 litros de desplazamiento y una potencia de 220 CV, lo que lo convertía en una auténtica maravilla mecánica. El coche en sí ofrecía un rendimiento y manejo inigualables, pero lo que lo hace aún más especial es el trabajo único realizado por el carrocero Saoutchick.
Solo se fabricaron 114 unidades del J12, y este ejemplar en particular, con el número de chasis 14018, es el único cuyo motor y chasis fueron enviados a Saoutchick para crear una carrocería exterior verdaderamente singular. La combinación de su exclusividad y la meticulosa labor de restauración lo convierten en un coche extraordinario y deseado por los coleccionistas más exigentes.
A lo largo de los años, ha tenido varios dueños apasionados que han valorado su historia y han invertido tiempo y recursos en su conservación. Desde su primera entrega en 1936 al capitán británico Johnson hasta sus últimos dueños en California, este Hispano-Suiza J12 ha sido objeto de una atención inquebrantable.
El motor ha sido sometido a varias restauraciones a lo largo de su vida, y en cada una de ellas, los especialistas han cuidado cada detalle para preservar su autenticidad y esplendor. Una vez más, el coche está listo para deslumbrar en la subasta de Pebble Beach y encontrar su nuevo hogar en manos de un afortunado coleccionista.
Este vehículo no es solo una obra maestra mecánica, sino también una pieza de arte rodante que destaca por su elegancia y distinción. Su diseño sobrio y aerodinámico, resaltado por un parabrisas de líneas fluidas, evoca una época de glamour y sofisticación.
El Hispano-Suiza J12 es un emblema de la excelencia automotriz española, junto con la legendaria marca Pegaso. En un momento en que demostrar nuestro potencial en el sector era un desafío, estas marcas españolas demostraron que podíamos rivalizar e incluso superar a cualquier otro país en términos de diseño y calidad.
El legado del Hispano-Suiza J12 perdura en la actualidad, y su presencia en la subasta de Pebble Beach es una oportunidad única para admirar esta maravilla del pasado. Aunque su valor financiero es considerable, su verdadera riqueza radica en la pasión que despierta en quienes lo aprecian como una obra de arte en movimiento.
Este vehículo es una ventana al pasado, una muestra de cómo el ingenio y la habilidad de nuestros antepasados nos han dejado un legado imborrable en la historia de la automoción. En la subasta de Pebble Beach, este Hispano-Suiza J12 continuará su viaje hacia un futuro incierto, pero indudablemente seguirá siendo una pieza valiosa y eterna en el mundo de los coches clásicos y los corazones de los amantes del automovilismo.
