La estrella siempre será una ventaja allá por donde vaya Mercedes-Benz, pero lo cierto es que una marca relativamente nueva puede mirar de tú a tú al lujo tecnológico del fabricante alemán. Ni Tesla, ni BYD ni ninguna marca china presenta los acabados premium que podemos ver en los modelos eléctricos tanto de Mercedes como de Polestar. Sin embargo, a la hora de elegir entre estas dos marcas más de uno presentará sus dudas.
No todos miran por los acabados. Hemos subido en el Cupra Born y para ser un coche con un diseño espectacular, los acabados interiores y los materiales empleados para su fabricación dejan mucho que desear (no olvidemos que es un compacto deportivo eléctrico de 42.000 euros como mínimo). Sin embargo, Mercedes-Benz y Polestar tienen mucho que ver uno con otro a la hora de mirar dos cosas: la comodidad del conductor y el lujo que le rodea al mismo tiempo que cuidan hasta el último material que puedas tocar en el coche. Desde los pedales hasta la tapicería pasando por lo empleado para montar el salpicadero. No hay absolutamente nada que esté dejado al azar. Y eso sin entrar todavía en cuestiones técnico-constructivas y de respuesta de motor.
Subido sobre un EQS, un EQE o cualquier modelo eléctrico de Mercedes-Benz te deja claro cuál es su objetivo: coches premium, de lujo con una respuesta de motor enfocada en la deportividad y en el confort del conductor. El problema es que le ha salido un competidor en calidad y lujo que pese a que todavía no es tan conocido, cuesta decidir cuál es mejor. Y para colmo, tiene un CEO diseñador que ha querido cuidar hasta el último detalle de sus Polestar para que todo esté como tiene que estar en una marca que se ha ubicado en el segmento premium.
Hablamos de coches de lujo con prestaciones deportivas, aunque en algunos casos, como es el del EQS o el del Polestar 2 dual motor, solo los discos y las pinzas de freno te avisan de que estás en un vehículo con una potencia tal que el confort te hace olvidar la brutal aceleración que presentan.
Donde Polestar pone las cosas difíciles a Mercedes-Benz es en cuanto al precio. El Polestar 2 dual motor tiene 476 caballos y tiene un precio de partida de 65.400 euros. Aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 4,2 segundos y una autonomía media de 591 kilómetros, aunque esto ya sabemos todo que es más que relativo. El EQS, una versión que nos ha recordado poderosamente a este modelo, tiene 544 caballos, una autonomía significativamente mayor, de 776 kilómetros y un precio también significativamente mayor: de 124.000 euros como poco. Y es entonces cuando desde CHASIS CERO lanzamos la pregunta. ¿Cuál prefieres?
La estrella es sinónimo de lujo, de marca y de un espíritu que los que hemos probado un Mercedes-Benz sabemos de lo que hablamos. Sin embargo, la pujanza de Polestar deja claro que va a poner las cosas difíciles en cuanto a calidad-precio a los alemanes. Subirse a un Polestar no deja nada al azar. Lujo de todos los colores y calidad de materiales sin descuidos (incluso la toallita original para limpiar la pantalla que te da Polestar recuerda poderosamente a marcas de moda de lujo).
El único trabajo que le queda por hacer a Polestar y que Mercedes-Benz ya tiene más que hecho es el darse a conocer como marca fiable ante el común de los españoles o de los conductores. Pero dado que han aumentados sus ventas de 2022 a 2023 en más de un 1.000%, ¿qué le deparará el futuro a esta variante deportiva y eléctrica de Volvo?
