Jaguar Land Rover no pasa por su mejor momento. Han salido de la Torre Picasso, donde llegaron en 2014 anunciándolo a bombo y platillo, y están reduciendo el número de concesionarios. Sin embargo, de lo que más se habla es de los cambios de personal a nivel interno, como la desaparición (por absorción de las oficinas centrales) del departamento de marketing y comunicación y del “ascenso” de Javier Agote, un directivo que genera más polémica que pasión a nivel interno y que es visto con incertidumbre por sus propios trabajadores.
Javier Agote es un viejo conocido de la marca. Estuvo muy presente en la fusión de Jaguar con Land Rover (el era un directivo de Jaguar) y desde entonces fue una figura muy nombrada en la compañía tanto para bien como para mal, tal y como detallan fuentes del grupo. Su llegada vino de la mano de Ford (que compró Land Rover), concretamente por la relación que tenía con José Manuel Machado, CEO de Ford Iberia-España hasta 2015.
Con la fusión, pasó a ser director de desarrollo de red en Jaguar Land Rover. Y desde entonces pasó de estar en lo más alto a caer en popularidad (y puestos) a nivel interno. Eso sin tener en cuenta su paso por Land Rover Colombia y esa polémica creación de un puesto a medida como responsable de estudios de posventa. Tuvo momentos en los que fue, según las fuentes, “arrinconado” a nivel profesional, pero eso ya se acabó.
La novedad reside en que Javier Agote, quien tiene más voces discordantes de las que le gustaría dentro de la empresa, ha vuelto a reaparecer contra todo pronóstico en lo más alto. En concreto, ha sido “ascendido” en calidad de director de operaciones (business operations), algo que engloba la dirección de ventas y de posventas (curiosamente) dentro de Jaguar Land Rover.
Su vuelta ha sido muy comentada. Hay quien lo relaciona con el hecho de que ha conseguido un buen contacto “nuevo” a nivel interno, como en su momento lo fue Machado, para crecer, algo que no sería precisamente malo. Pero hay quien va más allá y que considera que ha sido colocado en un puesto de relevancia como este para que empiece un proceso de “liquidación” que acompaña a ideas como la de reducir el número de concesionarios o salir de la Torre Picasso.
El nombramiento de Javier Agote ha pillado por sorpresa a muchos. El que haya resurgido como una figura de peso en Jaguar Land Rover ha llamado la atención más de la cuenta y ha generado el malestar y la tensión dentro de la empresa porque no son del todo conscientes de qué rumbo tomará el fabricante en España. El problema de fiabilidad ya es vox populi y las ventas no consiguen remontar de la forma que esperarían. Y la llegada del polémico Agote ha echado simplemente más leña al fuego.