COCHES ELÉCTRICOS

La autonomía de los coches eléctricos se reduce hasta un tercio en invierno

La velocidad constante o el uso de la calefacción afecta a la autonomía de los coches eléctricos.
KIA EV6
KIA EV6

Depende de la región, por supuesto. Pero en la mayor parte del territorio español o europeo la autonomía de los coches eléctricos se reduce casi un tercio.

Da igual el modelo al que te refieras. Y da igual si es “long range” o si es un modelo estándar. Lo cierto es que el frío afecta considerablemente a los coches eléctricos porque el uso de la calefacción reduce drásticamente su autonomía.

Estamos hablando de que un coche eléctrico que ofrezca una media de 520 kilómetros de autonomía se puede quedar en poco más de 150 kilómetros solo por mantener el habitáculo a una temperatura medio decente.

Ni siquiera la velocidad supone tanto para la batería como lo hace el frío. Y ahora que estamos viviendo una auténtica ola polar, parece que más de un propietario entenderá a qué nos referimos.

Tesla Model 3
Tesla Model 3

Desde CHASIS CERO hemos hecho varias pruebas, algunas de las cuales directamente se han visto en las redes sociales, y el resultado es siempre el mismo.

Un coche eléctrico ya de por sí consume mucho si se mantiene una velocidad de crucero de 120 kilómetros por hora. Solo por ir a esta velocidad, la autonomía se reduce también drásticamente. Pero si a esto le añadimos que en invierno acostumbramos a utilizar el aire acondicionado, el resultado final es terrible para la autonomía.

Este consejo lo damos porque plantearse un viaje largo con un coche eléctrico en invierno puede suponer un auténtico problema técnico si no se ha previsto bien lo que va a ocurrir.

El resumen es simple. Imagínense que tienen un Tesla Model 3 long range, que ofrece una autonomía algo superior a los 520 kilómetros, y quiere hacerse un viaje de Madrid hasta Valencia. Hablamos de 300 kilómetros en un coche que ofrece bastante más.

A partir de 130 km/h, la autonomía de los eléctricos cae en picado.
A 120 km/h, la autonomía de los eléctricos cae en picado.

Aparentemente, no debería haber ningún problema. El asunto que hay que tener más que presente es que te puedes quedar colgado casi a mitad de camino. Y si no se ha previsto alguna electrolinera donde cargar el coche, podríamos quedarnos tirados.

A una temperatura inferior a los 0 grados centígrados (que es la que estamos viendo de media en gran parte del territorio nacional), queda claro que habrá que poner la calefacción.

Circular con el abrigo puesto dentro del coche también es motivo de sanción administrativa, por lo que lo ideal es poner la calefacción a una temperatura decente y dejar el abrigo en el maletero o en la parte trasera del vehículo.

Sin embargo, en el mismo momento en el que se coge la autovía, en la que se circula a 120 kilómetros por hora de forma constante, y en el que ponemos la calefacción, el Tesla Model 3 long range puede ver la autonomía total reducida de esos 520 kilómetros a menos de la mitad. En el caso que hemos probado, el coche se quedó seco literalmente a los 160 kilómetros, aproximadamente.

El resumen es que un viaje de 300 kilómetros con un coche que promete una autonomía (según el sistema Worldwide Harmonized Light-Duty Test Procedure) de 520 kilómetros es más tramposo de lo esperado.

De hecho, el que la batería gaste tres veces más por el mero hecho de encender la calefacción no es lo único que hay que tener en cuenta en un viaje de estas características. También el consumo disparado por ir a una velocidad constante cuenta. El frío afecta.

Pero el calor también: el aire acondicionado ejerce exactamente el mismo efecto sobre el coche eléctrico. Todo reduce el tiempo de autonomía. Y los 500 kilómetros se pueden quedar en uno escasos 170 en función de las circunstancias y del clima.