Sentirte “atracado” una vez cargas tu coche eléctrico es posible. ¿Quién no ha escuchado a alguien que se quiere comprar un vehículo con batería para ahorrar? Pues bien, esto es posible, pero tiene su trampa. Si tienes placas solares y tienes un puesto de carga decente en tu casa, perfecto. Ahorrarás. Sin embargo, si tu idea es la de ir a los puntos de carga rápida que hay por algunas carreteras, el resultado será bastante más humillante de lo que te esperas. Nosotros hemos hecho la prueba con un Ford Mustang Mach-E, pero el resultado será previsiblemente similar con cualquier coche eléctrico. No te gustará el resultado si sigues leyendo.
Para empezar, debes saber que un punto de carga rápida no es lo mejor para tu coche eléctrico y para la batería del mismo. Cambiar este componente del coche es realmente caro (en Tesla puede llegar a los 15.000 o 25.000 euros, dependiendo del modelo) y los fabricantes se están esforzando en que no puedas hacerlo por módulos. Una carga rápida hecha en un momento concreto es inocua, pero varias puede dañar la capacidad de la batería. Una vez claro esto, queda ver el “atraco” que supone cargar el coche en un corto periodo de tiempo en una “electrolinera”. Los datos iniciales hablan de que con 10 euros podrás hacerte 100 kilómetros, aunque como ya sabe el lector, es bastante orientativo dado que si pones el aire acondicionado se puede reducir considerablemente la autonomía.
La prueba con el Mustang Mach-E no dejó lugar a dudas. En un punto de carga de Tesla, con 20 minutos de tiempo enchufado, dio tan solo 180 kilómetros de autonomía. Pero lo grave no es precisamente la relación entre el tiempo de carga y la autonomía, sino el coste que ha tenido para el usuario. En total ha sido un poco más de 21 euros para conseguir ese nivel de autonomía. Es decir, si echamos el cálculo con un coche de gasolina de un consumo bajo o un diésel, las comparaciones son odiosas. Son muchas las quejas que se dejan entrever de lo caro que supone cargar el coche en estos puntos, incluido el de Tesla.
Esto ocurre con todos y cada uno de los coches eléctricos del mercado. La rentabilidad a los mismos se obtiene especialmente en una casa particular. Y si se tiene placas solares mucho mejor. Si no es así, lo cierto es que parar en estos puntos de carga de Tesla o de Endesa puede suponer un auténtico “atraco” al bolsillo que sorprenderá a más d uno y que sobretodo llevará a la gente a pensar que los 100 kilómetros recorridos con un coche eléctrico cuestan lo mismo que un gasolina o un diésel “generoso” con el consumo. Los puntos de carga no te deben sorprender, porque además suponen un riesgo para la durabilidad de la batería.
Esta misma prueba la hemos hecho con un KIA EV6 y el resultado es el mismo solo que con un punto añadido. Lo cierto es que el propio fabricante nos advirtió de que esa carga rápida que soporta el modelo no debe ser la norma porque reconocen que la batería se acabaría dañando del todo. No solo son cargas caras, sino que no son del todo recomendables siempre y cuando sean las que prometen llenar la batería en pocos minutos. En cualquier caso, lo cierto es que las baterías pueden tener el mismo coste de consumo que un coche de gasolina. Esto sin entrar en el debate de que hay pocos puntos de carga y de que España aún no está del todo preparada para hacer un viaje largo con un coche eléctrico.
