POLESTAR

Probamos a fondo el Polestar 2, el eléctrico "de lujo" heredero de Volvo

Probamos a fondo uno de los eléctricos de Volvo con más proyección
Polestar 2
Polestar 2

Nos hemos empeñado en buscarle defectos, pero es difícil. No siempre es así en los coches que buscan coquetear con el lujo y con las altas prestaciones, pero lo cierto es que el Polestar 2 solo tiene una pega que detallaremos más adelante. Por lo demás, la corrección de Volvo parece haberse apoderado en la versión eléctrica y de diseño del fabricante. Polestar está mejorando, pero el modelo que hemos probado a fondo fue toda una declaración de intenciones que en los próximos años amenaza con mejorar considerablemente.

Polestar, al menos su vertiente eléctrica, lleva en el mercado pocos años. El Polestar 2 se presentó en 2019 y desde entonces la marca ha crecido año a año. Del prototipo a los concesionarios. Y pese a que se notan algunas carencias que deja entrever el 2 (no por fallos, sino por ausencia de algunas prestaciones), lo cierto es que Polestar amenaza con convertirse en un referente en el segmento del lujo eléctrico.

UN BUEN INICIO

El Polestar 2 se lanzó al mercado en 2020 con la intención de convertirse en un referente entre los coches eléctricos de lujo. No miraban a Tesla. Quisieron compararse con otros titanes del mercado como Mercedes-Benz y otros fabricantes con peso en el área del lujo. Y es quizá esta pretensión la que les ha pasado un poco de factura en los primeros modelos que han puesto en sus concesionarios.

Hay cuatro versiones diferentes del Polestar 2: Standard range Single motor (52.900 euros), Long range Single motor (55.600 euros), Long range Dual motor (59.400) y el Long range Dual motor Performance Pack (65.400). Y en todas ellas lo que más se puede criticar no es precisamente las prestaciones que ofrece el vehículo, tanto tecnológicas como en la propia conducción.

Polestar 2
Polestar 2

La autonomía de todos estos modelos oscila (en función de si nos hacemos con el Long range o el Standard range) entre los 505 kilómetros y los 546 km. En cuanto a la potencia, el modelo de acceso presenta 272 caballos, el siguiente en la escala sube a 299 y los dos Dual motor tienen 421 y 476 caballos, respectivamente. Por acabar con este baile de números y de características técnicas, para hacernos una idea de la potencia que tiene el modelo de acceso y el más premium, pasan de una aceleración de 0-100 kilómetros por hora en 6,4 segundos a 4,2 segundos. Respecto al par motor, hablamos de 490 Nm los modelos Single motor a los 740 Nm los Dual motor. Pero vamos a lo que nos ocupa, la experiencia de usuario.

UN COCHE DEMASIADO “CORRECTO”

Cuesta. Cuesta ponerse al volante y encontrarle algún defecto en la conducción. Desde CHASIS CERO hemos probado el Single motor Long range y desde luego es cómodo. Pero lo cierto es que el espíritu de Volvo sigue muy presente en el coche al mismo tiempo que la poca “alma” que transmiten los vehículos eléctricos hace acto de presencia en un Polestar 2 sobrio.

Si vienes de un coche de combustión, subirse a los mandos de un Polestar 2 es un cambio radical. La suavidad de la dirección, del desarrollo de la potencia del vehículo, la efectividad de la frenada y el silencio (acompañado de un aislamiento francamente bueno) que impone subirse a los mandos de un eléctrico hace del Polestar 2 un coche realmente cómodo. Solo las constantes interferencias de los sistemas de seguridad vial, como el avisador del cambio de carril o las advertencias de cercanía de otros coches en plena conducción rompen una experiencia silenciosa y tranquila de uno de los modelos que pretende ser un referente en el segmento del lujo.

Polestar 2
Polestar 2

La tracción trasera de los modelos de acceso, los Single motor, no es tan “traicionera” como la de otros modelos americanos. Sin embargo, ese control de tracción que presenta este Polestar 2 hace que tampoco se pueda disfrutar de la diversión y de la sensación deportiva que suelen transmitir los modelos potentes con tracción trasera. Los dos modelos más premium, los Dual motor, presentan tracción total (bien justificada dada la potencia de la que presumen).

Llama la atención un punto en el que Polestar se diferencia del resto de los coches eléctricos: la frenada. Mientras que otros fabricantes ahorran en este componente, lo cierto es que las pinzas de freno de todas las versiones del Polestar 2 están bien adaptadas a las características del vehículo. Frena bien. Y lo cierto es que se nota cuando hablamos de un coche francamente pesado (que ronda los 2.000 kilogramos) con una potencia también superior a la media. Hemos probado otros eléctricos donde la frenada realmente es un problema por cuestiones de ahorro de los fabricantes.

El Polestar 2 presenta discos ventilados de aluminio de 2 pistones, de 345 x 30 mm (delanteros) y 340 x 20 mm (traseros) muy eficientes. En el Performance Pack, nos vamos a pinzas delanteras de aluminio fijas Brembo de cuatro pistones en oro sueco, con discos ventilados y perforados.

ALGO CORTO EN TECNOLOGÍA

Si hablamos de coches eléctricos premium, su fuerte no solo está en la potencia que presentan, sino en las prestaciones tecnológicas que ofrecen, muchas de las cuales pocos saben utilizar a pleno rendimiento. Aquí el Polestar 2 Single motor se queda corto, siempre y cuando se compare con la competencia. Llama la atención que por el precio de partida presente un despliegue de prestaciones tecnológicas idéntica a la de modelos hasta tres veces más barato.

No dudamos en la corrección de este apartado. Al fin y al cabo es una tablet incrustada en el salpicadero a la que hay que sumarle un sistema de cámaras que te ayuda a aparcar (a destacar el sistema de visión periférica del Polestar 2, con el cual ves tu coche desde arriba con un reconocimiento de todo el entorno) y otros puntos como el “one pedal drive”, con el cual puedes prescindir del freno (prácticamente) a la hora de conducir por ciudad.

Polestar 2
Polestar 2

El problema es que todas las prestaciones tecnológicas, que no son un despliegue eterno (como sí ocurre con Mercedes-Benz), las imita casi cualquier modelo eléctrico más barato del 2021 en adelante, por lo que no podemos decir que sea ni más eficiente el software del Polestar 2 ni que esté justificado el precio a pagar. Por poner un ejemplo, recientemente tuvimos en nuestras manos el Brabus #1 y disponía incluso de un sistema de aparcamiento autónomo. Más potencia y más prestaciones por menos precio. Y este es uno de los puntos “flojos” de este Polestar 2.

Polestar 2
Polestar 2

Es cierto que las prestaciones tecnológicas del Polestar no desbordan al usuario. En una mañana, cualquiera puede hacerse completamente con el coche. Asistente de aparcamiento con visión periférica, cámara delantera y trasera con sensores de proximidad y realidad aumentada y un sistema de pantallas personalizable tanto en el panel de instrumentos como en la pantalla del coche. Un punto a favor es poder ver el mapa del GPS en el propio panel de instrumentos, pero tampoco es que sea una revelación tecnológica.

UNA CONDUCCIÓN “INTERVENIDA”

Las ayudas a la conducción incrementan la seguridad. Y en este caso, el Polestar 2 está muy logrado. El sistema de cámaras y de visión periférica está siempre activo. Tanto es así, que incluso en un atasco salta para avisar de la cercanía lateral que se pueda tener con cualquier vehículo. Es difícil tener un golpe con el Polestar 2. Y la sencillez con la que saltan estos sistemas de seguridad hace que sea cómodo y comprensible para cualquier perfil conducir este coche por zonas más complejas, especialmente las ciudades. En caso de “agobiarte” por esos sistemas, siempre se pueden desconectar desde la pantalla principal.

El “One Pedal Drive” es eficaz de verdad. Hemos probado otros modelos donde el sistema era prácticamente inexistente. Y los sensores de detección de obstáculos son, a veces, eficientes de más. En ocasiones, dando marcha atrás, el coche puede confundir una hoja o una rama de un árbol con un obstáculo sólido y hace saltar el freno de emergencia que no es precisamente sutil y suave.

Polestar 2
Polestar 2

Otro punto a favor se lo damos al sensor de cambio de carril y a la corrección del rumbo. No es extremadamente invasivo. De hecho, cuando lo hace puede pecar más por no saltar a baja velocidad que de pegarte un susto en plena autopista por el hecho de que el volante te dé un giro fuerte por haber pisado levemente la línea discontinua. Al mismo tiempo, cuando se pisan las marcas viales, la leve vibración del volante te indica que no estás en el centro de la calzada. Una vez más, poco invasivo.

UN EXTERIOR MUY “VOLVO”

No es un coche llamativo. Si llama la atención por la calle es más porque no reconocen la marca que por el diseño en sí. Y esto pesa sobre la imagen de Polestar dado que el propio CEO es diseñador. Sí que se nota un cuidado especial a los acabados y a los detalles. Incluso el pañuelo que viene con el coche en la guantera para limpiar la pantalla es de diseño. Sin embargo, los faros originales de Volvo le pesan. Y la sobriedad de este fabricante hace que un coche de un precio considerable pase más desapercibido de lo que le gustaría. Tampoco los colores que ofrecen de fábrica buscan destacar ni llamar la atención.

Polestar 2
Polestar 2

Las llantas, los acabados, las líneas y los materiales empleados para el interior son de calidad. Sin embargo, no han sabido moverlos de forma que haga del Polestar el rey de la carretera. Las intenciones del fabricante es desvincular poco a poco a la marca de Volvo, para diferenciar los modelos, pero el Polestar 2 tiene una herencia sueca que pesa.

LA SENTENCIA

Como decíamos, es difícil encontrarle un defecto importante. Es complicado hacer una crítica contundente a este coche destacar un error grave, pues no lo tiene. El Polestar 2 es un vehículo muy correcto en todos los sentidos. Donde está el verdadero problema, a nuestro juicio, es en el precio.

Un coche que oscila entre los 52.900 euros y los 65.400 euros debería presentar puntos donde destaque frente a los demás. Nuestro consejo es que, vista la diferencia de precio, merece más la pena lanzarse a por el Performance Pack que quedarse en el modelo de acceso. Pero lo cierto es que el precio de este coche, su mayor enemigo, palidece cuando se compara el Polestar 2 con otros modelos del mercado. Tanto en potencia como en prestaciones tecnológicas, siempre se podrá encontrar algo mejor. O al menos es lo que la experiencia nos dice. El resumen es que es un coche correcto en todos los sentidos, pero que tiene un gran enemigo que es su precio.