Es un concepto trabajado solo por algunos fabricantes, pero Mercedes-Benz se ha querido sumar a esta moda que combina un coche familiar con un vehículo con prestaciones off-road. El Mercedes-Benz Clase C 220d All-Terrain ha venido inspirado por otros históricos modelos como el Volvo XC-70 o esa gama “all road” de Audi. Y dado que Mercedes-Benz acostumbra a hacer las cosas bien, hemos decidido probarlo en el que se supone que es su espacio natural: la montaña, aunque el resultado no ha sido el esperado.
Ver las palabras “todoterreno” al lado de Mercedes Clase C no es algo a lo que estemos necesariamente acostumbrados. De hecho, los rancheras con vocación off road no son un concepto muy trabajado por el fabricante alemán. Quizá por eso ha dejado entrever alguna sombra a la hora de probar un coche que, pese a ser una maravilla al volante, deja entrever unas carencias curiosas en plena montaña.
OTRO CLASE C MÁS
El precio de partida del Merdeces-Benz Clase C Estate más básico es de 53.533,23 euros. No es un coche precisamente barato, pero una vez uno se sube al volante entiende por qué cuesta lo que cuesta. Las dudas surgen en si queremos pagar un plus por una versión de ese icónico familiar con una mayor vocación off-road.
Si buscamos el Mercedes-Benz Clase C 220d 4matic All-Terrain, tendremos que pagar 60.637,18 euros. Hablamos de un modelo híbrido con 197 caballos mas 23 del motor eléctrico, tracción total, una aceleración de 0-100 kilómetros por hora en 7,8 segundos y un consumo medio de unos 5 litros a los 100 kilómetros. Vamos, un motor más que suficiente y más que cómodo para el día a día.
Por acabar con este baile de cifras (que creemos necesario), si tenemos en cuenta que el C 220d 4matic (sin ese apellido All-Terrain), pagaremos 58.588,72 euros. Y es a la pregunta de si merece la pena esa leve diferencia entre el “todoterreno” y el familiar a la que no sabemos del todo cómo contestar, por lo que nos extenderemos en el análisis off-road del vehículo, que es el que más nos ha llamado la atención.
COMO FAMILIAR, UN 10
El Mercedes-Benz Clase C Estate con ese motor de en torno a los 200 caballos es uno de los familiares por antonomasia. Si tuviéramos que recomendar un coche para el día a día, que sirva para viajar, donde subir al perro, donde hacer muchos kilómetros cómodo y con un bajo consumo o donde llevar a toda la familia con soltura y sin carencias de potencia, esta sería una de nuestras opciones, sin duda. Ahora, si nos pidieran una recomendación off-road, no lo tenemos tan claro.
El bajo consumo, que en ocasiones lo puedes clavar en 4 litros si tienes un viaje largo por autopista o autovía, la potencia del motor, la insonorización interna y el despliegue tecnológico que presenta este nuevo Clase C (más asequible que el exagerado Clase E) hacen de este Clase C un coche más que recomendable como familiar para el día a día.
TECNOLOGÍA QUE NO AGOBIA
Puede que probar el Clase E justo antes que este Clase C nos diera una perspectiva más completa de qué elegir en la casa Mercedes dependiendo de las necesidades de cada uno. La sensación inicial al subirse a este Mercedes-Benz Clase C 220d 4matic All-Terrain, sin embargo, no agobia. Una consola central, una visión holográfica en la luna del coche y un cuentarrevoluciones digital con toda la información necesaria son más que suficientes para dar servicio.
En la consola central tienes toda la información necesaria. Además de lo pertinente en cualquier tablet (Teléfono, Spotify, GPS, etc), dispones de una personalización de las prestaciones que trae el vehículo de serie. Incluso en una versión más cara, puedes contar con sillones con masaje incluidos.
Sistema pre-safe para evitar la colisión tanto frontal como lateral, asistente activo de distancia, lector de señales de tráfico, luces de carretera automáticas… en definitiva, todo lo necesario para una conducción segura, moderna y plagada de conectividad, pantallas y servicios multimedia, dentro de los cuales encontramos una aplicación destinada a la conducción off-road que parece justificar por completo las palabras que lleva este coche en el título.
La buena noticia es que parece que la diferencia de este Clase C con el Clase E (el modelo más puntero a nivel tecnológico del fabricante alemán) no adolece por falta de pantallas o servicios. La mala noticia es que toda esta utilidad multimedia es un auténtico desastre en pleno campo o en plena montaña que solo tiene una solución: desconectarlo si queremos meter el coche por una zona que no sea precisamente urbana.
LLEGAMOS A LA MONTAÑA
No nos hemos cortado. Y no lo hemos hecho animados por la propia marca. Un fabricante que suele dar lo que ofrece sin reservas no tiene por qué temer que su modelo All-Terrain acabe en plena sierra. Pero las tímidas prestaciones de este Mercedes-Benz Clase C 220d 4matic All-Terrain cuando no tiene asfalto bajo sus neumáticos nos ha sorprendido y aclarado que este coche no es un 4x4 al uso, sino un coche que te puede salvar de un apuro tanto en pista como incluso en nieve.
No hemos querido mencionar la tracción integral antes porque entendemos que es aquí donde debería aparecer en todo su esplendor. Y lo hace, pero en pista y en carretera, no en zonas algo más hostiles. Como ocurre en el Clase C 220d Estate 4matic sin apellidos, en autopista, en carreteras interurbanas o en puertos de montaña la tracción total es impecable. Agarra y permite al conductor circular con seguridad. Sin embargo, no es una tracción integral pensada para llevarlo a coronar el monte Abantos.
UN C220 MÁS ALTO
Este ranchera con vocación off-road tiene un primer problema que ya solucionó (de mala manera) Audi con esa suspensión neumática que tanto fallaba. La altura del coche es un aviso a navegantes. Que lleve las palabras All-Terrain no significa que realmente sirva para todos los terrenos. El coche adolece esa baja altura en casi cualquier momento en el que decidas sacar el coche de la carretera o de la pista. Las piedras, los socavones e incluso los desniveles pueden ser una amenaza para los bajos del coche que hacen que tengas que estar constantemente pendiente de no darle un golpe inesperado. Al fin y al cabo hablamos de un Mercedes-Benz Clase C al que le han subido la suspensión unos pocos centímetros respecto al original y al que han añadido unas protecciones de plástico para el campo.
Dicho el problema de la altura, es cierto que sobre pista el coche circula de maravilla. Es un vehículo que en cualquier vía pecuaria no te dejará atrás y responderá de forma solvente, pero no como un todoterreno al uso, sino como un turismo en el que se han preocupado porque no de demasiadas molestias fuera de carretera.
NO TE AVENTURES DEMASIADO
No te compres este coche pensando hacer conducción todoterreno con cierta solvencia. Sería un gran error. Esta versión del Clase C con tanta tecnología en su consola central se vuelve loco en el momento en el que decides atravesar un charco con cierto calado o en el momento en el que lo metes por alguna zona con la maleza más alta de lo normal. Los sensores de proximidad saltan por cualquier movimiento inesperado y el coche, pese a que puede responder por su tracción total siempre que lleve unos neumáticos solventes Repetimos el mantra anterior: es un coche pensado para pistas, no para conducción todoterreno más agresiva.
Dicho esto, el resumen que nos viene a la cabeza es el de antes. Hablamos de un familiar casi perfecto, con un motor y unas prestaciones tecnológicas impresionantes y más que suficientes al que el fabricante ha elevado la suspensión y ha añadido algunas tímidas protecciones de plástico que son útiles en pista.
LA APP OFF-ROAD
Al mismo tiempo, Mercedes-Benz ha querido hacer acopio de ese despliegue tecnológico en este modelo añadiendo una aplicación específica para vehículos todoterreno que es realmente útil, pero en un todoterreno. La información disponible en esta aplicación es suficiente: la presión de cada rueda, una brújula, la inclinación del vehículo, la altura a la que nos encontramos respecto al mar y las coordenadas.
Al mismo tiempo, podemos poner en marcha el control de descenso y desactivar el control de tracción. El problema es que algunas de las prestaciones no son útiles en este modelo en concreto, como el inclinómetro (pues como quieras llevar a un nivel de inclinación interesante este familiar, te puedes llevar un buen disgusto).
LA SENTENCIA
La mala noticia es que, hablando estrictamente, creemos que Mercedes-Benz ha sido más optimista de lo esperado al poner el apelativo All-Terrain a su coche. La buena es que la tímida diferencia de precio respecto al C 220d 4matic hace que nos pensemos qué recomendar a nuestros lectores. Las protecciones de plástico, la aplicación off-road y la altura de la suspensión hacen que este coche tenga una mayor utilidad que su hermano “estándar” en zonas más rurales. Es por eso que hay que enfocar esto de otra manera.
Primero tenemos que tener en cuenta que el Mercedes-Benz Clase C 220d 4matic All-Terrain vale 60.637,18 euros como precio de partida (como siempre, extras en otra cuenta). Y el C 220d 4matic, sin apellido, cuesta 58.588,72 euros. Por esa tímida diferencia, sí merece la pena coger este modelo si vives en zonas donde pueda nevar en invierno, donde toques caminos de tierra o donde tengas un clima algo más hostil de lo acostumbrado. Por lo demás, estás pagando un pico más por ese cambio (tímido) estético, por la altura de la suspensión y por esas protecciones.
Como todoterreno, el Mercedes se queda corto. Solo funciona de horma solvente en pista y algunos lugares con poco calado. Pero como familiar es un 10. El acierto del fabricante alemán ha sido no pedir mucho más por este que por el original, algo que nos puede llevar a recomendar este nuevo modelo en según qué circunstancias. Pero eso, ten claro para lo que sirve.
