LAND ROVER

Un cliente saca su Land Rover del taller oficial y se encuentra el motor "sujetado" por bridas de plástico

El cliente lo llevó para cambiar la cadena y lo sacó peor de lo que estaba.
Captura de pantalla 2023-03-23 a las 8.40.11
Captura de pantalla 2023-03-23 a las 8.40.11

Faltaban 20 días para que se acabara la garantía de Jaguar Land Rover de su Discovery, ni dos años tiene el coche y el cliente le dio por llevárselo (recién salido del taller oficial) a GT Automoción… y el resultado se resume en una frase de Ángel Gaitán: “¡Menuda puñetera castaña!"

Cada vez son más los casos que golpean el prestigio de Jaguar Land Rover. No es solo la calidad  de las piezas, de los componentes del motor o la fiabilidad del vehículo en cuestión. Hablamos de que los problemas mecánicos y del servicio posventa de Land Rover empiezan a ser la norma.

Este caso es especialmente “duro” de ver por los chapuceros remedios que se le han dado a problemas importantes. Hablamos de usar bridas de plástico para sujetar piezas como la bomba de agua, de soldaduras dignas de un niño de ocho años o de pérdidas de aceite y anticongelante con el coche recién salido del taller oficial.

Es un Discovery Sport del 2021. Un coche que cuesta nuevo alrededor de 50.000 euros. Pese a que éste modelo ha sufrido la devaluación propia de Land Rover, lo cierto es que el infierno que ha vivido este cliente es digno de contar.

Como decíamos, faltaban tan solo 20 días para que se le acabara la garantía y tenía el coche recién sacado del taller oficial. La buena fortuna quiso que este cliente decidiera llevarle el coche a Ángel Gaitán para comprobar si el vehículo estaba en buen estado y se llevó una de las peores sorpresas de su vida.

@angel_gaitan_oficial #angelgaitan #landrover #discoverysport ♬ sonido original - Ángel Gaitan

El coche fue al taller oficial porque le habían cambiado la cadena de distribución (algo que ya debería hacer saltar las alarmas a cualquiera dado que no es normal en un vehículo tan nuevo).

El problema es que los apaños que le habían hecho al vehículo para cambiarle dicha cadena (que no es barata precisamente) eran dignos de un niño de ocho años.

El coche, insistimos, recién salido de la casa oficial, pierde aceite por la tapa de la distribución y toda la parte inferior del vehículo está completamente empapada en este líquido. También pierde anticongelante y además estaba lleno de bridas para sujetar todos los bajos de este coche.

Pero todo esto es lo de menos. Desde la casa oficial también se aventuraron a cambiarle un faro que no funcionaba y le pusieron el de otro modelo (y mira que no es difícil, ya que Land Rover no es que tenga una gama de coches extremadamente amplia).

Y por si fuera poco, para acompañar a las bridas de plástico que sujetan piezas tan importantes como la bomba de agua, le realizaron una soldadura al tubo de escape que bien podrían haberlo pegado con un chicle.

La experiencia es tremenda. Pero es especialmente grave si tenemos en cuenta que al coche le faltaban tan solo 20 días para que se le acabara la garantía.

La pregunta es obligada. Todos sabemos qué hubiese pasado si no se hubiese dado cuenta de estos desperfectos que habían preparado desde la propia casa oficial, pero el cliente tuvo la lucidez de pedir una segunda opinión a Ángel Gaitán para enterarse de la chapuza que habían emprendido en su coche.

Por ponerle el broche a esta historia, tras cambiarle la cadena de distribución tampoco le cambiaron el aceite. Vamos: un cuadro.

Este es uno de los mil casos que afectan a Jaguar Land Rover. El problema es que a estos problemas mecánicos que vienen a cuenta de la falta de inversión, lo cierto es que hay que añadirle un pésimo servicio posventa que empieza a ser una lacra para la marca.