Coche con motor turbo o atmosférico, ¿cuál es más fiable?

¿Tiene más averías un motor atmosférico o uno turbo? Es una pregunta que tarde o temprano se hacen todos los conductores. Y en Chasis Cero encontrarás la respuesta.
 
Motor biturbo de BMW
Motor biturbo de BMW

A finales de los años 70 y principios de los 80, la palabra turbo comenzó a popularizarse en Europa, de la mano de los motores turbo gasolina de los BMW 2002, el Porsche 911 Turbo y el Renault 5 Turbo. Aunque también es justo mencionar al menos glamouroso Peugeot 604, el primer turismo con motor diésel turbo que se comercializó en Europa, allá por 1979.

Comparado con los tradicionales propulsores atmosféricos, en aquella época un coche turbo era sinónimo de deportividad, carácter y altas prestaciones... Pero también de una pregunta que pasados 40 años todavía perdura. ¿Son más fiables los motores con turbo o los atmosféricos?

El primer paso para poder darte una respuesta es que comprendas las diferencias entre motor atmosférico y turbo. Y tampoco esta de más saber que el 100% de los vehículos de gasóleo a la venta en la actualidad incorporan propulsores turbodiésel; mientras que el porcentaje de motores turbo gasolina supera el 80%.

¿Cómo funciona un motor atmosférico?

Motor atmosférico Mazda Skyactiv-X
Motor atmosférico Mazda Skyactiv-X.

Los motores atmosféricos, también conocidos como mecánicas de aspiración natural, aspiran el aire que llegará a los cilindros directamente del exterior. Es decir, se trata de un tipo de propulsor en el que el aire necesario para el funcionamiento se introduce en el colector de admisión a presión atmosférica (aproximadamente 1 bar). 

Desde el punto de vista de la conducción, se trata de mecánicas que destacan por su suavidad de funcionamiento, por ofrecer un rendimiento más lineal y por tener algo más de facilidad para estirar hasta altas revoluciones. En la actualidad, Mazda es una de las marcas que ha apostado firmemente por los motores atmosféricos de gasolina.

¿Cómo funciona un motor turbo?

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El turbocompresor es un elemento mecánico muy sofisticado, el cual utiliza los gases de escape que salen del motor para hacer girar las turbinas que lleva incorporadas (de admisión y de escape).

Estas turbinas van unidas mediante un eje y cuanto más gira la turbina de escape, más girará la turbina de admisión, haciendo llegar una mayor cantidad de aire a los cilindros (incrementan la presión atmosférica entre 0,5 y 1,5 bares) y, por tanto, mejorando su rendimiento.

Respecto a un motor atmosférico equivalente, la potencia puede incrementarse entre un 20 y un 30% algo que, al volante, se traduce en una contundencia mucho mayor cuando se acelera a fondo. Por supuesto, cuantos más turbos tenga un propulsor, esa sensación se incrementa.

¿Se avería más un motor tubo o uno atmosférico?

Taller GT Solutions
Taller GT Solutions.

Llegados  a este punto cabe destacar que, hace décadas, los motores atmosféricos ganaban por goleada a los turbo cuando se hablaba de fiabilidad.

De hecho, el mencionado BMW 2002 Turbo todavía se recuerda por su fragilidad, mientras que marcas como Volkswagen decidieron apartarse en los años 80 de los turbos por su propensión a las averías.

En el siglo XXI la diferencia de fiabilidad entre motores atmosféricos y turbo ha quedado reducida a la mínima expresión. Pero lo cierto es que el riesgo de que se rompa el turbo, siempre está ahí.

Debemos tener en cuenta que el turbocompresor es un elemento que gira a más 200.000 rpm y alcanza temperaturas que superan los 700 grados y eso, para bien o para mal, lo convierte en un elemento ‘delicado’, sobre todo si no se utiliza el aceite recomendado por el fabricante y no se respetan los intervalos de mantenimiento.

¿Qué partes de un turbo pueden romperse?

@angel_gaitan_oficial Así funciona el turbo de tu vehículo 🧑🏽‍🔧🛞 • • #turbo #mecanicodeltiktok #car #motor #coche #gtautomocion #gtautomocion ♬ sonido original - Ángel Gaitan

Por otro lado el turbocompresor no es una única pieza, como puede ser un brazo de suspensión. Se trata de un elemento mecánico compuesto por varias partes... también susceptibles de averiarse.

  • Turbinas: Están ubicadas dentro de la caracola del turbo y, al girar, son las que hacen que aumente el aire de la admisión. Las que incorporan álabes de geometría variable dan un mayor rendimiento… pero a la larga son menos fiables.
  • Eje coaxial: Es el eje al que están unidas ambas turbinas. Está girando constantemente, de modo que una mala lubricación por no respetar los plazos de mantenimiento o no usar el aceite correcto podría acabar con él.
  • Válvula de descarga o waste gate: Esta válvula se encarga de regular la salida de los gases de escape del turbo. Si se bloquease, se provocaría una sobrepresión en el interior del turbo que terminaría por romperlo.
  • Intercooler o enfriador de aire: Se trata de un radiador situado entre el turbo y la admisión para enfriar el aire que llega a los cilindros y mejorar todavía más el rendimiento de la mecánica.

En resumidas cuentas, lo cierto es que con el paso de los años la fiabilidad de los motores turbo ha mejorado considerablemente hasta el punto de que con un buen mantenimiento, no tiene por qué ser un elemento problemático.

Sin embargo, un ingeniero de motores de una reputada marca alemana, me hizo hace años una confesión difícil de olvidar: “En un coche la única pieza que no se romperá nunca, es la que no está”.