Compramos Tu Coche. Desde luego, como "naming" para una empresa que se dedica a comprar coches de segunda mano es de 10. Sin embargo, sus prácticas no siempre dejan a sus clientes completamente satisfechos. Así pasó con este afectado que básicamente intentó vender un coche en esta conocida empresa que se aprovechó de un pequeño error cometido por el propietario durante la tasación.
Un cliente ha compartido su experiencia en el centro de tasación de vehículos ubicado en el Centro Comercial de Rincón de la Victoria en Málaga. El individuo ha relatado que tras recibir una tasación online de su coche por un valor de 1.700 euros, se dirigió a las instalaciones físicas del centro donde se procedió a una evaluación presencial del automóvil. Y fue ahí donde empezó todo lo que se convertiría en una situación más que incómoda. Parece la norma el acudir a lugares similares y no salir del todo satisfecho.
Según su testimonio, el cliente fue presentado con un contrato por el mismo valor que le habían ofrecido en línea, pero con una discrepancia significativa: el modelo del vehículo listado en el contrato no coincidía con el suyo. Mientras que su coche era un 1.9 TDI Sport, el contrato mencionaba un 1.9 TDI Reference. Antes de firmar, el cliente señaló esta discrepancia al personal del centro, quienes le aseguraron que no habría problema y que podrían corregirlo tan pronto como regresara para entregar el vehículo en tres días.
Sin embargo, al regresar a casa, el cliente verificó a través del sitio web del centro de tasación que el valor ofrecido por un modelo con acabado sport era de 2.306 euros, una diferencia significativa con respecto a los 1.700 euros ofrecidos en el contrato.
Al intentar actualizar el contrato para reflejar el modelo correcto y así recibir una tasación acorde al valor real del vehículo, el personal del centro informó al cliente que el contrato que había firmado era un "contrato plus" y que, según sus políticas, no podía ser modificado. Además, se le advirtió al cliente que debía entregar el vehículo según los términos del contrato, o se vería enfrentado a acciones legales por incumplimiento.
Ante la amenaza y la disparidad en el valor ofrecido, el cliente decidió entregar el vehículo, firmando una declaración donde indicaba que el modelo listado en el contrato no coincidía con el suyo y que, por lo tanto, se estaba llevando un vehículo por debajo de su valor real.
El cliente, quien es ingeniero y entusiasta de los coches, expresó su preocupación por la posibilidad de que estas prácticas cuestionables se estén llevando a cabo con otros clientes que podrían no estar al tanto de las especificaciones exactas de sus vehículos. Adjuntó fotos tanto del contrato como de la tasación en línea del modelo con acabado sport como evidencia de su reclamación.
Este incidente plantea interrogantes sobre la transparencia y la ética en las prácticas comerciales del centro de tasación, así como sobre la necesidad de una mayor regulación y protección para los consumidores en este tipo de transacciones.
