La “ocurrencia” de Peugeot y Citroën que ha arruinado la fiabilidad de sus motores gasolina

Algún ingeniero decidió meter las correas de distribución en el depósito de aceite. Y el resultado no ha sido el esperado.
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Parece que los motores del Grupo Stellantis están en horas bajas. A los frecuentes problemas de los usuarios de sus motores diésel con el sistema de AdBlue, ahora se ha unido un revés procedente de los motores de gasolina PureTech, presentes en Peugeot, Citroën, DS, Opel… y en algún modelo japonés como el Toyota Proace City Verso.

Lo cierto es que se trata de motores de tres cilindros y 1,2 litros de cilindrada que, al conducirlos, destacan por ofrecer un rendimiento bastante bueno para su potencia (se venden con 110 o 130 CV), unos consumos razonables y una sonoridad en cierto modo sugerente, pese a su condición de tricilíndrico. 

Sin embargo, como es habitual en los modelos del grupo, un pequeño problema de fiabilidad parece que se va abriendo paso fruto de una "ocurrencia" que, dicho sea de paso, sobre el papel no parecía la mejor idea del mundo.

Hasta ahora existían dos sistemas para la distribución de vehículos. El primero es la cadena de distribución sumergida en aceite que utilizan fabricantes como BMW o Mercedes-Benz; o bien, la clásica correa de distribución acoplada en una serie de rodillos en el exterior del motor.

Sin embargo, parece que en este caso los ingenieros han intentado reinventar la rueda con este asunto, inventando una solución intermedia.

Y es que, tal y como señalan en un vídeo de YouTube desde Talleres Pibaa los ingenieros de Peugeot - Citroen se les ha ocurrido meter la correa de goma dentro del aceite (...) Es decir, está sumergida dentro del aceite del motor. ¿Qué ventajas tiene esto? Ninguna”.

Un “puré” en el depósito de aceite del motor

Y es que, tal y como se puede apreciar en el vídeo que se ha hecho viral en las redes sociales, el mecánico de este taller, no daba crédito a este sistema. 

Y es que, meter una correa dentro del aceite hace que sea mucho más engorrosa a la hora de sustituirla. Antes simplemente había que quitar los rodillos para sustituirla, ahora hay que quitar el carter, unas tapas que van selladas para conservar la hermeticidad del aceite… 

Desde luego, una práctica que puede dar más problemas de los deseados y que no parece que vaya a abaratar la sustitución de la correa de distribución en el taller, ya que evidentemente, las horas de mano de obra para sustituirla van en aumento… 

Además el problema de estas correas es que no duran 10 años o 180.000 kilómetros, sino que tal y como puede apreciarse en el vídeo, ya han comenzado a despedazarse en un coche de tan solo 6 años y 91.000 kilómetros

Sí, has leído bien, despedazarse. Y es que el caucho de la goma, en contacto continuo con el aceite, no soporta el paso de los kilómetros como debería y termina por “desintegrarse”. Así, pequeños trozos de correa que terminan en el depósito del aceite, formando una especie de “puré” que impide que el motor se lubrique correctamente. 

“No lo entiendo, ¿tan problemático es poner una cadena?, ¿tanto encarece el coste?” o “Cada vez hacen los motores de los coches más complicados y más difíciles de arreglar” son algunos de los comentarios que pueden leerse en el canal de YouTube de Talleres Piba.

En definitiva, nos encontramos con un motor que ofrece un buen rendimiento, pero al que su peculiar sistema de distribución le ha hecho dar un patinazo a la hora de analizar la fiabilidad. Una cuestión que parece que no está pasando desapercibida en las redes sociales.