TESLA

Tesla "pega" sus baterías con un gel: ahora cambiarla te costará unos 20.000 euros

Hasta ahora, se podían cambiar las baterías por módulos, lo que reducía el coste a 800 o 900 euros.
Captura de pantalla 2022-12-24 a las 13.55.58
El gel de las baterías de Tesla.

Las baterías de un Tesla son caras. Dependiendo del modelo, si quieres cambiar por completo todos los módulos, la “broma” te puede salir por un ojo de la cara: entre 15.000 y 25.000 euros como mínimo.

El fabricante americano es muy celoso de sus recambios hasta extremos inimaginables. Hasta ahora, un taller especializado podía cambiar solo los módulos dañados de la batería, lo que podía reducir la reparación de esa media de 20.000 euros a 800 o 900 euros.

Sin embargo, Tesla ha decidido utilizar un gel de color rosa sobre todos los módulos de la batería para unirlos e impedir que se puedan cambiar de forma individual. Sin entrar en discusiones de reciclaje, lo cierto es que el fabricante tiene claro que si se te avería un módulo de la batería, tienes que cambiarla entera. Algo que, por cierto, dejan claro.

A todo esto hay que añadir otro pequeño detalle que puede dejar entrever las intenciones de la marca que solo conocen de cerca los talleres: Tesla no vende módulos de sus baterías por separado. Todas estas reparaciones se hacen y se gestionan siempre a través de las baterías de coches siniestrados, es decir, con baterías de segunda mano. Si sumamos uno más uno, el resultado es presuntamente evidente.

Las baterías de Tesla tienen que cambiarse en bloque, o al menos es lo que el fabricante quiere decirle a quien se compre uno de sus modelos. Las baterías de los coches eléctricos están compuestas de varios módulos y están colocadas en la parte inferior del vehículo. Y estos módulos se reparten en celdas con pequeñas “pilas” que pueden dar fallo.

Tesla
Tesla.

Si el sistema detecta que una de esos cientos de pilas falla, da error y obliga al cliente, según consejo previo del fabricante, a cambiarla en bloque. La cifra que llegará en la factura ya la conocemos.

Analizar la salud de la batería es relativamente sencillo. Incluso se puede ver con un cable que se compra por Amazon. Lo que no es tan sencillo es acudir a un taller oficial de Tesla con un problema en uno de los módulos.

El fabricante americano ha querido dar una vuelta de tuerca más y añadir sobre la batería un gel de color rosado que directamente une todos los módulos e impide completamente acceder a las celdas. Si se quisiera con los nuevos modelos cambiar un módulo, habría que tirar de cincel y cortafríos para hacer una “escabechina” nada recomendable.

El fabricante quiere que la cambies en bloque y que te gastes esos 15.000, 20.000 o 25.000 euros en un sistema completo. Los coches eléctricos no necesitan un cambio de aceite o no tienen un turbo que se pueda romper, pero sí que te garantizan que la vida de la batería no siempre será la misma y te puede dar problemas.

No hay que olvidar que lo que te cuesta una batería nueva de un Tesla se acerca mucho al precio de uno de los primeros Model S de segunda mano, por muchos kilómetros que tenga.

 

Tesla es una marca extremadamente celosa de sus recambios y de cómo los vende. Solo acceder a ellos implica que un taller debe estar conectado a su sistema. Ese punto de Tesla también polémico dado que es de pago. Pero al margen de ello, es curioso que no se pueda acceder, por ejemplo, a la compra de módulos de baterías por separado para poder abaratar una reparación.

El hecho de que las baterías se compongan de diferentes partes facilita que las posibles reparaciones sean más baratas, pero no parece que el fabricante esté dispuesto a ceder en este punto. El gel rosado no solo ha llamado la atención en España.

En Estados Unidos también se han publicado una buena cantidad de vídeos en los que dejan ver que los últimos modelos de Tesla no permitirán cambiar módulos por separado porque han encontrado un gel que se las da de “superglue” para evitar abaratar las reparaciones.