COCHES ELÉCTRICOS

Las electrolineras motivan a los ladrones 'eco' y empiezan a desaparecer los cables de los puntos de carga

Son cada vez más la denuncias por robo en electrolineras.
electrolinera
electrolinera

Han llegado para quedarse. El mundo del coche eléctrico aún tiene mucho camino por recorrer, pero al menos ya han conseguido que los usuarios, las factorías e incluso el Gobierno se centren exclusivamente en sacar adelante este tipo de vehículos.

El problema es que el coche eléctrico necesita de electrolineras. Y estas de un cable largo que transmita la energía a la batería del coche. El material de estas “mangueras” es cobre y este material se puede vender en el mercado negro con cierta facilidad.

TESLA
TESLA

El cable en una casa no suele ser muy ancho, pero en estas estaciones de carga rápida es considerablemente más grueso y, por lo tanto, más caro.

Se empiezan a ver los primeros robos y fuentes de la policía confirman que cada vez son más los robos del cobre de las mangueras de carga. Electrolineras, afortunada o desafortunadamente no hay muchas por España.

En total se estima que hay en torno a las 7.800, pese a que hay unos 2.000 puntos de carga más. Esto supone mucho cobre que empieza a ser robado.

Si ya es difícil sacar adelante un punto de carga por las dificultades que conlleva, en forma de tiempo, el cargar un coche eléctrico, añadirle el robo de estas mangueras no es precisamente alentador para los que deciden emprender montando una estación de servicio para coches eléctricos.

El modus operandi es más que simple, una sierra y directamente se corta el cable del enchufe que va directamente al vehículo. No se necesita más. El problema es que las imágenes que se empiezan a ver en las redes sociales dejan entrever que este tipo de robos van a más y no es del todo sencillo evitarlos.

Con esta amenaza acechando a cualquiera que quiera emprender, es difícil que los puntos de carga vayan a ir en aumento. La buena noticia para Endesa o para Tesla es que recargar la batería en sus puntos cuesta casi lo mismo (o más) que llenar el depósito de un coche. Al menos se hacen los mismos kilómetros.

Llevar a cabo un negocio mediante una electrolinera no es precisamente sencillo. De hecho, hasta ahora solo grandes compañías eléctricas como Endesa o Iberdrola o grandes empresas de automóviles eléctricos como Tesla han sido capaces de llevar a cabo estos puntos de carga.

Hyundai y Endesa
Punto de recarga rápida de Endesa.

En cualquier caso, la clave de todo este asunto es que la potencia contratada para poder cargar un coche a 200 kilovatios es tan grande que se requiere de mucha más cantidad de cobre. El coste para estas empresas es grande, aunque tengan beneficios estratosféricos (Endesa ha aumentado un 35% el margen de ganancia y en un trimestre supera los 1.500 millones de euros de beneficio).

Este problema no tiene por qué trasladarse a robos domésticos dado que los cables que se utilizan para los puntos de carga individuales son bastante más estrechos (por no hablar de que la policía no pone el foco en los robos domésticos).

La clave está en los puntos de carga rápida, esos que además de prometer llenar la batería en muy pocos minutos amenazan con destrozar los módulos de la batería de tu coche por el recalentamiento que sufre al entrar tanta energía en poco tiempo.

Si vas a una electrolinera y te encuentras la manguera completamente aislada, sin cable, ya sabes que por ahí se han pasado los ladrones ecosostenibles para hacerse con un poco de cobre que vender en el mercado negro.

El precio del cobre varía dependiendo del mercado en el que se esté comprando. En promedio, el precio actual del cobre es de alrededor de 3.69 dólares por libra. Sin embargo, los precios pueden variar significativamente debido a factores económicos o de oferta y demanda.