Esto es lo que debes mirar si quieres comprarte un coche deportivo

¿Sueñas con comprar un coche deportivo que encienda tu pasión por conducir? Entonces no dejes de leer.
Ferrari LaFerrari Negro Mate
Ferrari LaFerrari Negro Mate
  1. ¿Qué tipos de coches deportivos existen?
  2. ¿En qué debes fijarte al elegir un deportivo?
  3. ¿Qué coche necesitas y cuál va a ser tu presupuesto?
  4. ¿Alguna tracción en especial?
  5. ¿Qué motor elegir?
  6. ¿Dónde debe estar ubicado el motor?
  7. ¿Manual o automático?

Comprar un coche deportivo es una experiencia emocionante, pero es importante considerar varios factores antes de comprar un vehículo de estas características.

En esta guía, exploraremos todo lo que necesitas saber al comprar un coche deportivo nuevo. Desde los tipos que existen, hasta tus necesidades de espacio o lo que realmente valores en un coche de altas prestaciones.

¿Te animas a saber todo lo necesario para comprar el deportivo perfecto? Advertencia: al redactar esta noticia nos hemos centrado en coches con motor gasolina.

¿Qué tipos de coches deportivos existen?

  • Deportivos: Son lo que se considera el ‘escalón’ de acceso al mundo de la deportividad. Aunque no por ello son los menos recomendables. De hecho, son los que suelen ofrecer más sensaciones, un interior razonablemente práctico y unos costes de mantenimiento que no son absurdamente caros. Por ejemplo, las versiones GTi de los urbanos y los compactos son un ejemplo perfecto de este tipo de coches.
  • Superdeportivos: Hablamos de coches tan exageradamente rápidos y eficaces que un conductor medio difícilmente podría aprovechar el 100% de su potencial en carretera abierta. Nos referimos a modelos como un Porsche 911 Turbo, un Ferrari 296… 
  • Hiperdeportivos: En este tipo de vehículos todo está pensado para obtener las máximas prestaciones. Así que olvídate de las concesiones al confort, el espacio para el equipaje y los diseños convencionales. Por poner un ejemplo, el AMG One con motor de F1, encarna a la perfección este tipo de vehículos.

 

¿En qué debes fijarte al elegir un deportivo?

Ford Fiesta ST.
Ford Fiesta ST.

Lo cierto es que no existe un criterio único a la hora de elegir un deportivo. Cada conductor puede tener unos gustos diferentes. Algunos valoran las prestaciones sobre todo, otros prefieren un coche emocionante aunque sea lento, mientras que para otros la ligereza es el Santo Grial de la deportividad.

Por eso a continuación te proponemos una serie de puntos en los que fijarte a la hora de elegir un deportivo y cómo pueden afectar a tu elección.

¿Qué coche necesitas y cuál va a ser tu presupuesto?

El primer paso antes de elegir un deportivo, es evaluar tu estilo de vida, tus hábitos de conducción y uso previsto del coche deportivo.

¿Necesitas un coche de dos plazas o de cuatro plazas? ¿Será tu vehículo diario o para disfrutar los fines de semana? Evaluar tus requisitos te ayudará a reducir las opciones y encontrar un coche deportivo que se ajuste a tus necesidades y presupuesto.

Por ejemplo, si tienes 30.000 euros y necesitas un coche para todo, que además sea divertidísimo de conducir, un Ford Fiesta ST sería un coche perfecto para tí. Si por el contrario tuvieses 300.000 euros y buscas un coche para tandas en circuito, un Porsche 911 GT3 RS se ajustaría bastante mejor a tu perfil.

¿Alguna tracción en especial?

Existen deportivos con todo tipo de tracción. Por lo general cuando hablamos de deportivos ‘a secas’ lo normal es que recurran a la tracción delantera, mientras que en el caso de los superdeportivos e hiperdeportivos, la tracción trasera y, sobre todo, la total son la norma.

En cualquier caso, es importante destacar que el tipo de tracción es uno de los elementos que más influyen en la dinámica de un deportivo.

Tracción delantera (FWD)

En un deportivo de tracción delantera, el motor envía la potencia a las ruedas delanteras y en el 100% de los casos el motor va montado en posición delantera. 

Se trata de la configuración más sencilla y, por lo general, la emplean las versiones deportivas de modelos ‘convencionales’ como el mencionado Ford Fiesta ST, el Renault Mégane R.S.

Los deportivos con este tipo de configuración son proclives a sufrir subviraje y pérdidas de tracción que restan eficacia en la conducción, por eso, es recomendable centrarse en aquellos que incorporan autoblocante, ya sea mecánico o electrónico.

Tracción trasera (RWD)

En un deportivo de tracción trasera, el motor envía la potencia solo a las ruedas posteriores. Por lo general, este tipo de vehículos cuenta con un reparto de pesos más equilibrado (cercano al 50% en cada eje) algo que hace que sus reacciones sean más ágiles y equilibradas.

La tracción trasera también ofrece una sensación de conexión directa con la carretera y permite derrapes controlados, lo que puede ser deseado por algunos conductores deportivos. Eso sí, sus reacciones cuando se circula deprisa son las más bruscas y exigentes con el conductor.

Tracción total (AWD o 4WD)

Un deportivo de tracción total utiliza un sistema que envía potencia a las cuatro ruedas. Esto mejora la tracción y la estabilidad, especialmente en condiciones de carretera difíciles, como lluvia, nieve o terrenos resbaladizos. 

En los modelos actuales la tracción total puede variar en su funcionamiento, enviando la mayor parte de la potencia a las ruedas delanteras o traseras en condiciones normales, hasta distribuir de manera variable la potencia entre las cuatro ruedas según las necesidades del vehículo. Esto proporciona una mayor capacidad de agarre y tracción en diferentes situaciones de conducción.

No son tan ágiles como los modelos de propulsión trasera, pero sobre firmes deslizantes o cuando la cifra de potencia es realmente elevada, son los únicos modelos capaces de transmitir la potencia del motor al suelo con eficacia.

¿Qué motor elegir?

Sin duda, el motor es uno de los elementos más determinantes a la hora de definir el carácter de un deportivo. Sin duda la potencia y el par máximo son los dos elementos ‘objetivos’ en los que centrarse a la hora elegir un deportivo. No obstante, debes saber que más que las cifras, el verdadero carácter de un deportivo lo define su tecnología

Por ejemplo, un motor atmosférico jamás tendrá la ‘patada’ y el rendimiento a bajo régimen de un motor turbo. A cambio, permitirá estirar mucho más las marchas, emitirá un sonido mucho más poderoso y te implicará más en la conducción, ya que te obligará a recurrir al cambio con mucha más frecuencia. 

Por su parte, un propulsor biturbo ofrecerá una patada descomunal al acelerar, pero a cambio es el que ofrece un mayor lag (diferencia de tiempo desde que comienzas a acelerar y el coche gana velocidad).

¿Dónde debe estar ubicado el motor?

Motor 2.0 Turbo de Mercedes-Benz
Motor 2.0 Turbo de Mercedes-Benz

Como ya te hemos contado, en el caso de los deportivos el motor suele ir montado en posición delantera. No obstante, la configuración mecánica de los superdeportivos e hiperdeportivos suele ser algo diferente. 

En estos casos lo habitual es que el motor vaya en posición central, como por ejemplo en un Audi R8. Se trata de la configuración que ofrece unas reacciones más equilibradas y que permite un mejor reparto de pesos.

No obstante, en modelos como el Porsche 911 el propulsor se ubica en posición trasera, ofreciendo unas reacciones mucho más ágiles y exigentes con el conductor, por la tendencia del eje delantero a ‘flotar’ cuando se acelera a fondo.

¿Manual o automático?

Caja de cambios de un Lamborghini
Caja de cambios de un Lamborghini

Existen conductores para los que un deportivo debe tener un cambio manual casi por obligación. Además, desde un punto de vista objetivo, son más fiables. 

No obstante, es justo reconocer que las cajas de cambio automáticas actuales cambian más rápido y ofreciendo una mayor suavidad que el mejor de los conductores. Y para muchos, accionar unas levas tras el volante es una experiencia bastante placentera.

Ahora solo te queda lo más importante: disfrutar del proceso de selección y hacer realidad tu sueño de tener un coche deportivo nuevo.