Se llama Need Car Help y es una empresa que ha nacido para tranquilizar a quienes quieren tener claro que su coche está en buen estado. Lo divertido de esta historia es que Sergei Savchak, el cofundador de esta compañía, ha puesto en una situación complicada a un empleado de un compra-venta que había asegurado al cliente que contrató a Need Car Help que el Audi A3 que iba a comprar estaba como nuevo.
Hablamos de un coche con solo 18.000 kilómetros, del 2018. Un Audi A3 que desde el concesionario, uno con muchas sucursales a lo largo y ancho del país, aseguraban que estaba en absoluto perfecto estado. Con tan pocos kilómetros y tan bien encerado, el cliente dejó claro que le gustaba, pagó la reserva del coche y contrató a Need Car Help para que le revisaran el coche y así “quedarse 100% tranquilo”, tal y como relata el propio Sergei Savchak. Sin embargo, cuando el profesional acudió al propio compra-venta para revisar el Audi A3 se encontró una sorpresa que le llevó a sacar los colores al vendedor.
El coche no estaba en perfecto estado, tal y como había comentado el vendedor. De hecho, tenía cosas apenas perceptibles que dejaban claro que el coche, con tan pocos kilómetros, ya había tenido una vida intensa. Al principio, el profesional contratado se dio cuenta de que tenía alguna que otra reparación chapucera, además de que le faltaba una tapa. Pero lo más curioso llegó cuando revisó el lateral del Audi A3, donde se encontró la verdadera sorpresa: el coche había tenido un golpe tremendo que desde el concesionario no habían aclarado.
Para el vendedor, el coche estaba en perfecto estado. Al menos es el mensaje que le dieron al cliente que acabó pagando la reserva del coche. Sin embargo, todo se desmoronó cuando desde la empresa se dieron cuenta de que el retrovisor y la pintura del coche tenían detalles que indicaban que el coche había tenido un buen trastazo.
Una tapa de plástico perdida o una llanta oxidada parecían errores menores en comparación con lo demás. El retrovisor tenía una pieza que parecía de desguace, pero la pintura escondía el verdadero secreto que acabó por sacar los colores al vendedor en pleno vídeo. Al comprobar el grosor de la misma, era evidente que el Audi había tenido un golpe tremendo en todo el lateral. Un trastazo que además no estaba bien arreglado, pues la puerta no cerraba en perfectas condiciones. Fue entonces cuando se acercó el vendedor del coche, el mismo que convenció al cliente para que se comprara este Audi A3 con 18.000 kilómetros del 2018.
“Todo esto es masilla. Ha sido todo este lateral”, detalla Sergei Savchak mientras mide el grosor de la pintura con un aparato especial. Es entonces cuando se lo cuentan al comercial. “La moldura no va recta”, detalla. “Tiene mucha masilla esa puerta”. “Y aquí también, hay hasta chorrones…”, insiste. Por supuesto, el vendedor desde el minuto uno guardó silencio y no quiso dar mayores explicaciones porque literalmente le habían cazado.
@needcarhelp INCREÍBLE LO QUE NOS ENCONTRAMOS EN ESTE CONCESIONARIO😱 ¿comprarías un coche sin antes revisarlo?🤔💬 Comenta para parte 2😉 #cochesegundamano #revisioncochesegundamano #needcarhelp #AudiA3 #concesionariosegundamano ♬ sonido original - NEEDCARHELP
La clave está ahora en saber si desde el concesionario se han dignado a devolver el dinero o no al cliente que pagó la reserva de este Audi A3. La moraleja de este asunto es que un vendedor no es más que eso, un vendedor. Y que hay que saber bien lo que se compra porque, en este caso, que se ponga a la venta un coche con tan pocos kilómetros al que le han ocultado un golpe importante da que sospechar. No se ha ido con la verdad por delante, pero lo cierto es que el cliente al menos ha conseguido tener toda la información.
