Compran un coche en Renault Mezquita Motor y se estrellan al salir porque no apretaron los tornillos de las ruedas

Han devuelto el coche pero el concesionario no les ha indemnizado.
Así quedó el Renault tras el accidente
Así quedó el Renault tras el accidente

Comprarte un coche nuevo siempre es una ilusión que no debería de venir acompañada de un accidente de tráfico. Pero si ese siniestro viene causado por un defecto de fábrica del motor, la experiencia de pasar por la casa oficial es mucho más traumática de lo que uno se puede esperar. Pues bien, esto es lo que le pasó a Demetrio en Renault Mezquita Motor, un concesionario oficial ubicado en Córdoba que no vendió precisamente la mejor de sus unidades, pues todo acabó en un accidente importante.

Demetrio fue en familia para comprarse un Renault a este concesionario cordobés. Sin embargo, al subirse todos al nuevo vehículo recién adquirido se dieron cuenta de que había un ruido poco usual. Automáticamente llamaron al comercial que les vendió el coche para explicarles lo que pasaba. El profesional les dijo que se pasaran al día siguiente por el taller oficial para revisar lo ocurrido. Fue una faena dado que ya estaban de camino hacia su casa, pero sea como sea, el jefe de taller estaba avisado y todo parecía que se arreglaría más pronto que tarde.

El problema vino cuando al día siguiente, de camino hacia el taller, tuvieron un susto tremendo. La rueda se salió literalmente del eje y toda la familia tuvo un accidente en el que, afortunadamente, no hubo que lamentar heridos. Pero la responsabilidad del taller ahí estaba, en mente de todos. Tan solo llevaban 35 kilómetros hasta que a la altura de Villarrubia, la rueda delantera izquierda se fue del eje y llevó a la familia a llevarse el susto del año.

Al accidente fueron tres guardias civiles, tal y como relata el afectado, y uno de ellos puso la rueda de nuevo en su sitio para poder apartar el coche de la carretera. Como le faltaban tornillos, utilizaron uno de las otras ruedas para poder colocarle el neumático que se había salido del eje. Lo curioso y la gran sorpresa fue que, cuando fueron a sacar los tornillos, se dieron cuenta de que literalmente estaban las cuatro ruedas sin atornillar, razón por la que se salió del eje la delantera izquierda.

Por supuesto, en el concesionario se quedaron con la cara “colorá”, como bien dirían en la tierra. El propio afectado relata en el post publicado en Facebook recomienda que quienes acudan a Renault Mezquita Motor tenga el cuidado de recordarle al propio taller oficial o al concesionario que tengan la deferencia de apretar la tornillería de las ruedas antes de entregar un coche nuevo a un cliente. En este caso, el comprador tuvo un accidente en plena carretera sin saber que las ruedas no están bien puestas, algo que puede parecer básico en cualquier caso.

La propia familia ha querido que esta historia tuviera la máxima difusión posible debido a la indignación que han sentido al ver que un concesionario les ha vendido un coche con las ruedas sin apretar. La tornillería es algo básico, pero más lo es la respuesta que debe dar el servicio posventa de un concesionario en un caso como este. El hecho de que los propios afectados tengan tan claro que hay que dar difusión a esta historia es suficiente para sobreentender que la respuesta del concesionario de Renault no fue precisamente la adecuada.

Otra foto del Renault tras el accidente
Otra foto del Renault tras el accidente

El coche lo han devuelto, claro. Pero la familia tiene dudas sobre lo que pasará tras lo ocurrido. De hecho, como le pusieron la bola de remolque a lo mejor piden un poquito más en la reventa porque el coche tiene algún extra que otro. Sería un poco delirante, pero todo vale en los negocios. Nada de indemnización, claro. Y tras el siniestro, el coche no fue peritado por nadie y el concesionario arregló el coche en tan solo cinco días.