LAND ROVER

Un juez de Gandía condena a Land Rover a pagar hasta el coche de alquiler de un cliente que les demandó

El propietario les denunció porque el motor de su coche se rompió a causa de la cadena de distribución.
Land Rover
Land Rover

Land Rover es culpable de la mala fiabilidad de sus motores. Esta es la conclusión de un juzgado de Gandía que ha condenado al fabricante británico a hacerse cargo del coste de reparación de uno de los afamados motores Ingenium. Jaguar Land Rover presenta serios problemas de fiabilidad, pero sobretodo estos motores que tienden a romperse por culpa, en parte, de la cadena de distribución. El juzgado entiende, tras la denuncia de un propietario de un Land Rover, que la culpa de que el motor se rompiera no fue del dueño del coche, sino del propio fabricante. Se abre así la posibilidad de que todos los afectados por estos problemas puedan conseguir que reparen sus vehículos pese a estar fuera de garantía.

“Se abre el cauce judicial fuera de la garantía del vehículo para reclamar a Land Rover”. Con esta contundente frase, el cliente de Land Rover que ha ganado el juicio a la marca ha dejado claro que no todo está perdido. Hay muchos propietarios de este tipo de coches que se han gastado una buena cantidad de dinero en reparaciones. Algunos casos fuera de garantía, pero otros incluso con la garantía vigente. Pero el problema muchas veces son los costes que implica meterse en pleitos contra Jaguar Land Rover.

LAND ROVER DIRECTIVA
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Tal y como relata el demandante, el coste pericial y del letrado ronda los 4.000 o los 5.000 euros. Si la sentencia es favorable, se puede recuperar el dinero dado que la condena en costas recaerá sobre el demandado, es decir, sobre Land Rover, pero antes hay que adelantar el dinero. “Aunque hubiese perdido el juicio, solo por ver la cara de los acusados sentados en el banquillo ha valido la pena”, detalla el demandante que ha ganado el juicio a Land Rover. “La cara de póker del comercial que me vendió el vehículo (y me chuleó en el siniestro), junto con el letrado de Land Rover que no aportó ninguna prueba ni pericial y el espectáculo digno de la mejor película de Berlanga”, insiste.

El caso de este cliente claramente insatisfecho fue sencillo. La cadena de distribución se le fue al motor de su Land Rover con el motor Ingenium y acabó por una avería completa que el fabricante británico se negó a reparar por estar fuera de garantía. El juez entiende que esta avería, pese a estar fuera de garantía, es imputable a un error de fábrica y ha condenado a Jaguar Land Rover a pagar la reparación además de las costas del juicio. Por supuesto, el silencio guardado por la marca inglesa respecto a este juicio brilla por su ausencia.

“Valió la pena”, concluye este usuario que ha conseguido doblegar a Land Rover por el fallo de sus motores. El motor Ingenium, especialmente, ha dado unos quebraderos de cabeza importantes a quienes se compraban un Land Rover, pero más duro ha sido ver cómo el servicio posventa del concesionario oficial no se quiso hacer cargo de las reparaciones que, a todas luces, venían de una avería “endémica”.

Land Rover fue condenado a pagar el motor completo del coche, el alquiler del coche de sustitución que tuvo que usar durante todo el proceso en el que el vehículo estuvo en el taller, todos los gastos judiciales e incluso al perito. El Land Rover de este cliente tenía cinco años y 136.000 kilómetros cuando se rompió la cadena de distribución. Para un coche premium, no es precisamente un hecho que hable bien de su fiabilidad. Sin embargo, Land Rover se negó en todo momento a hacerse cargo de la reparación. Ahora hay una sentencia que deja claro que pese a no estar en garantía, el fallo de los motores Ingenium es “endémico” y corresponde a la marca repararlo.