Listas

5 coches divertidos y fiables que puedes comprar de 3.000 a 10.000 euros (aun)

Porque la diversión al volante no siempre va reñida a un gran gasto
Conduccion Montana

El hecho de que no quieras gastar mucho dinero en un coche no significa que te tengas que comprar algo aburrido. Por eso desde aquí te ofrezco la posibilidad de que le eches un ojo a cinco coches muy divertidos de llevar que no superan los 10.000 euros, y algunos incluso los puedes encontrar por mucho menos. Eso sí, todos ellos están comenzando a cotizarse y estos precios no durarán por mucho tiempo.

¿Tienes más dinero para gastar? Consulta entonces nuestra lista de los deportivos por algo menos de 20.000 euros. Sin embargo, aquí verás que no se trata solo de velocidad, si no de sensaciones, de la capacidad que tiene el coche para hacerte olvidar todos tus males y crear un mar de sonrisas en tu cara. Además, ninguno de ellos es excesivamente costoso de tener en propiedad y tampoco son conocidos por ser fuentes de averías, lo que resulta un alivio. Así que, sin más dilación, pasemos a conocer a los candidatos:

Audi TT (8N)

Audi TT Coupe 1998
Audi TT Coupé (1998)

Un futuro clásico al alza, no hay duda. Su tercera y última generación recién ha finalizado su producción, y no se prevé un sustituto a corto plazo. El modelo primigenio (1998-2006) supuso una ruptura a nivel de diseño. Sus redondeadas y perfectamente geométricas líneas estaban cuidadosamente esculpidas en una carrocería que vestía la plataforma del Volkswagen Golf de la época.

Sin embargo, no se conducía igual, y solo se le dotó de un motor de gasolina: el enérgico y potenciable 1.8 T (de turbo). Inicialmente, solo se ofreció con 180 o 225 CV (esta última con tracción total quattro). En 2002, Audi introdujo una vertiente de acceso con 150 CV, pero la versión más interesante llegó un año después: el V6 de 3.2 litros, con 250 CV y el por entonces novedoso cambio automático de doble embrague (DSG) unido al sistema de tracción a las cuatro total.

Audi TT Roadster 1999
Audi TT Roadster (1999)

Estas últimas superan ya los 10.000 euros con creces, pero los distintos ejemplares de los 1.8 T sí que se pueden encontrar por ese precio en buen estado. Si buscas algo más barato, por unos 3.000 euros en adelante también se pueden ver unidades, aunque seguramente con algún fallito típico (la pantalla del cuadro de instrumentos tiende a fallar, por ejemplo). De cualquier forma, es un coche que, bien puesto a punto, se disfruta tanto en un carril de aceleración como en una sinuosa carretera. Y también lo hay descapotable (TT Roadster).

Lexus IS 200 (XE10)

Lexus IS 200 1999
Lexus IS 200 (1999)

Posiblemente la berlina compacta con el tacto más deportivo de las que se hayan fabricado en ese entonces, aunque le duela a los puristas de BMW. Su equilibrado y agresivo diseño no solo le vale un apartado en Wikipedia por dar pie a la moda de los faros transparentes, sino que lo que hay bajo la piel fue pensado y desarrollado por el mismo hombre que creó el Toyota Corolla AE86 y el Toyota Supra A80.

Su reparto de pesos (52 % delante/48 % detrás) y su condición de tracción trasera lo hacen un coche más que apto para disfrutar en un serpenteante tramo de curvas. Y siendo un Lexus (la marca premium de Toyota), también te ofrece un cómodo viaje por autovías, además de la garantía de fiabilidad típica de la firma nipona. Ahora bien, no todo es perfecto. Su motor de seis cilindros en línea de 2.0 litros es muy elástico y refinado (y melódico), pero su consumo medio es de 10 a 12 l/100 km...

Lexus IS 300 SportCross 2001
También hubo una versión más práctica del IS llamada Sportcross, el primer y último familiar de Lexus

Hablamos de un bloque de 155 CV y 195 Nm, que tampoco son números apabullantes para la cifra de consumo. Y aunque no es un coche con el que batirte con otros en línea recta, el IS 200 te recompensa con unas sensaciones que difíclmente vas encontrar en un coche de este precio. Hay que echarle de beber, sí, pero a cambio rara vez tendrás que pasar por el taller. Solo para modificarlo, porque la base es tan buena que puedes hacer virguerías con él y convertirlo en una máquina muy seria.

Como leí hace unos años, el Lexus IS 200 es un coche que puede amar tu suegro, o uno del que desee bajarse de inmediato. Es divertido, y durante esos momentos en los que no estás en la gasolinera, solo te saca sonrisas. Por supuesto, si quieres mas chicha, tienes el IS 300 con el famoso motor 2JZ de 3.0 litros, pero aquí en Europa solo se vendieron con un cambio automático (y cada vez son más caros y difíciles de encontrar). Los IS 200 parten ahora en 4.000 euros... Y no paran de subir. 

Mazda MX-5 (NB)

Mazda MX-5 1.8 1998
Mazda MX-5 (1998)

¿Qué podemos decir ya de este icónico modelo? El Mazda MX-5 ha sido siempre y siempre será una de las referencias de deportividad y felicidad asequible. La primera generación ya ha alcanzado el estatus de coche de culto, por lo que empieza a escaparse de lo que creemos que es “barato”. Sin embargo, la segunda generación del modelo (NB) aun puede verse por tarifas de partida de 4.000 euros.

Como en todos los casos que hemos tratado, y viendo las tendencias del mercado actual, no tiene pinta que los precios vayan a descender. Todo lo contrario, y más aún con las unidades en buen estado. La parte buena es que la oferta es bastante amplia, por lo que cuentas con la posibilidad de ver numerosas unidades repartidas por el país. Como buen roadster de la vieja escuela, es importante verificar el estado de la capota, que es de lona; si encuentras un techo duro, casi que mejor, sobre todo si viajas con él.

Mazda MX-5 1.8 Sport 2002
Mazda MX-5 1.8 Sport (2002)

En cuanto a mecánica, poco que objetar si el coche ha estado bien mantenido. Sus motores de cuatro cilindros de 1.6 y 1.8 litros son robustos, y encontrar recambios no es demasiado complicado. Al igual que el Lexus IS 200, no ofrecen mucha potencia, 100 CV y 140 CV (145 CV a partir de 2001), pero la puesta a punto es tan equilibrada que entiendes perfectamente el concepto Jinba Ittai del que tanto presume Mazda. Es decir, de crear un vínculo entre el vehículo y su conductor como un caballo con su jinete.

MG F/TF

MG F (1995)
MG F (1995)

Uno de los grandes olvidados. Cuando le preguntas a alguien que piense en un deportivo de motor central y precio contenido, las respuestas suelen apuntar siempre al mismo modelo: el Toyota MR2. Y no falta razón, pero hay otro coche que empleaba la misma configuración y nunca ha recibido la justa valoración: el MG F y su posterior lavado de cara, el TF.

Presentado en 1995, fue el primer deportivo de la marca desde el MGB (1962-1980), y duró en el mercado hasta 2005 en Europa (en China de rehizo de nuevo de 2007 a 2011, pero se vendieron cuatro unidades contadas). Tras los asientos, este pequeño descapotable tenía un motor de cuatro cilindros y 1.8 litros de 120 CV que, unos meses después, se actualizó a 145 CV gracias al alzado variable de válvulas. En el 2000, MG lanzó la versión Trophy, apretada hasta los 160 CV que el motor daba en los ZR y ZS.

MG TF (2002)
MG TF (2002)

El coche fue rediseñado y renombrado con el histórico nombre TF en enero de 2002, pero la producción se detuvo luego del colapso del MG Rover Group. Este restyling se centró sobre todo en el frontal, pues ya sección posterior y el habitáculo permanecieron casi inalterados. Bajo la carrocería, la suspensión Hydragas se sustituyó por unos muelles y amortiguadores convencionales, mientras que los propulsores se actualizaron levemente para hacerlos más alegres: el 1.6, 116 CV, y el 1.8 de 120, 136 o 160 CV.

Estas mecánicas, conocida como la “serie K” de Rover, siempre ha sido conocida por romper las juntas de la culata. Pero con una de sustitución mejor que la de origen, el problema ya queda subsanado. Realmente, es un coche relativamente sencillo que no genera una gran cantidad de problemas. Por lo tanto, es fácil y barato de mantener. Si estás interesado en hacerte con uno, en el mercado de ocasión oscilan entre los 3.000 y 8.000 euros, siendo así unas de las mejores opciones en relación sonrisas-precio.

Porsche 924

Porsche 924 1976
Porsche 924 (1976)

Este último es para quien le gusten los clásicos. Construido de 1976 a 1988, el benjamín de la gama Porsche en aquel entonces siempre ha sido un poco el patito feo. No contaba con un corazón genuino de Stuttgart, y muchos de sus componentes venían reciclados de Audi y de Volkswagen. Sin embargo, el 924 fue éxito de ventas que ayudó a la compañía a salvarse de la bancarrota y a desarrollar nuevas y mejores versiones del 911. El Cayenne de los 70. 

La combinación de un motor delantero y la tracción trasera, con la caja de cambios en el eje trasero (transaxle) para lograr un gran equilibrio de pesos (50/50), hacían de este coche un perfecto compañero de rutas sinuosas. Su motor de cuatro cilindros de 2.0 litros se heredó de los empleados en el Audi 80 y Volkswagen T3, pero convenientemente actualizado por Porsche para entregar 125 CV y 165 Nm. No parece gran cosa, pero con 1.080 kilogramos de masa se mueve con soltura. Además, se trata de sensaciones más que de prestaciones.

Porsche 924 1976 (1)
Puedes excusarte en que el Porsche 924 es un coche familiar 

Para eso ya se hicieron versiones más potentes, como el 924 S de 150 CV, el 924 Turbo de 170 CV (aunque adolece de problemas de fiabilidad por la temprana edad de la tecnología en ese entonces) o el increíble 924 Carrera GT, pensado como una edición limitada a solo 406 ejemplares para homologar el derivado de carreras para el Grupo 4 de la FIA. En sus especificaciones más extremas (Clubsport) entregaba 280 CV y estaba aligerado 120 kg... Pero eso ya es arena de otro costal. Se nos sale del presupuesto.

Como se fabricaron algo más de 150.000 unidades del 924, encontrar una unidad no resulta demasiado complicado. Ahora bien, ¿uno que sea barato y esté bien cuidado? Eso ya es otra cosa. Pero, si la ves y te convence, no lo dudes, estás invirtiendo en un clásico que no hará más que revalorizarse con el paso de los años. Vale, no como un 911, un 968 o un 944, pero podrás usarlo sin miedo a romperlo. Y cuando quieras venderlo, no habrás perdido mucho dinero. Los tienes por precios de partida de en torno a 5.000 euros.