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5 súperdeportivos que revolucionaron los 2000

Una bella época en la que vimos auténticos coches que ocuparían el fondo de pantalla en nuestro Windows XP 

La década de 1980 nos dio modelos como el Porsche 959 y el Ferrari F40. Luego llegaron los años 90, un período definido por el todopoderoso McLaren F1 y escena japonesa. Y durante esta era, un número cada vez mayor de personas comenzó a tener una idea de lo qué es el género de los “superdeportivos”. Cuando llegó el 2000, el segmento de los superdeportivos era una parte integral bien definida de la industria automotriz.

Aunque originalmente los automóviles estaban destinados a reemplazar a los caballos, y lo que hicieron en gran medida, muchas personas entendieron que iban más allá de su aspecto práctico de transporte. Por ejemplo, las carreras apelan más a nuestro lado emocional que a nuestro lado racional. Bien, lo mismo puede decirse de los superdeportivos: cuentan con muy poca practicidad motivados por los compromisos de diseño realizados para exprimir el máximo rendimiento posible. 

Así es como nació el que es el primer superdeportivo tal y como lo conocemos hoy en día, el Lamborghini Miura, nacido en los 60. Luego, en los 70 comenzó la tendencia del diseño en cuña, y en los 80 y 90 el concepto evolucionó exponencialmente. Y llegó el nuevo milenio, donde una gran cantidad nueva de tecnología comenzó a inundar el mundo del automóvil. Al final, el objetivo no es solo llevarte de un punto a otro, si no de disfrutar de la experiencia al volante muy, muy rápido.

Audi R8 5.2 FSI

Inicialmente impulsado por un V8 de 4.2 litros, el Audi R8 pasó de ser un deportivo a un superdeportivo en diciembre de 2008. La introducción de la vertiente 5.2 FSI fue trascendental, pero normal debido a la existencia del Lamborghini Gallardo, y Audi endulzó aún más la condición de su biplaza de diario con la opción de montar un cambio manual de rejilla al más puro estilo de los modelos de Ferrari de antaño.

Directamente relacionado con el italiano, el motor de 10 cilindros derivaba del S6 y S8, y se había adaptado para entregar unos jugosos 520 CV y 530 Nm. De 0 a 100 km/h en apenas 3,9 segundos y una velocidad máxima es de 316 km/h. Es más, el V10 cambió el destino del R8. Audi lanzó la segunda generación solo con esta configuración en 2015. La producción se detendrá por completo a finales de 2023 y es muy posible que un superdeportivo de cero emisiones lo reemplace indirectamente.

Bugatti Veyron

El primer Bugatti del siglo XXI, que lleva el nombre del piloto de la marca Pierre Veyron, es el superdeportivo definitivo de su generación. De hecho, fue el coche que acuñó el término hiperdeportivo, pues sobrepasar los 400 km/h en un coche homologado para circular por la vía pública era una locura en 2005 (y hoy), sobre todo en algo tan pesado y lujoso como este biplaza con motor W16 y un precio de siete cifras.

Generaba 1.001 CV y 1.250 Nm gracias a su propulsor de 16 cilindros turboalimentado por partida cuádruple. Y a pesar de marcar un peso de casi dos toneladas sobre la báscula, hacía el 0 a 100 km/h en 2,5 segundos gracias a su tracción a las cuatro ruedas ¿Lo mejor de todo? Que era capaz de hacerlo con un refinamiento excelente y una precisión milimétrica, algo que siempre fue obsesión del fallecido Ferdinand Piech, quien hizo del Grupo Volkswagen lo que es hoy gracias a sus controvertidos ideales.

Ford GT

Los finales de los 90 llegaron con diseños retrofuturistas que bien valieron a comienzos del siglo para cosechar más éxitos. Me vienen a la mente el Volkswagen New Beetle y Chrysler PT Cruiser como coches relativamente populares. Sin embargo, la Ford Motor Company fue capaz de hacerlo mucho mejor con el GT.

Producido entre 2004 y 2006 para conmemorar al centenario la casa con sede en Dearborn, el GT venía con un motor V8 sobrealimentado por compresor asociado a un cambio manual de seis relaciones. Fue comparado con algunos superdeportivos de la época, como el 360 Módena de Ferrari o el 911 Turbo de Porsche, demostrando un rendimiento muy cercano a un precio más bajo. Sin embargo, más de 100 de los grandes por un Ford no lo hicieron tan popular como su diseño. Ahora valen cinco veces más usados.

Lamborghini Murciélago

El Lamborghini Murciélago fue el último superdeportivo de la vieja escuela de de Sant'Agata Bolognese. Verás, su motor V12 de 6.2 litros fue el último desarrollo del bloque de 3.5 litros desarrollado por Giotto Bizzarrini en los 60. Cuando llegó en 2001 ya bajo el mando de Audi, generaba 580 CV y 650 Nm a pleno pulmón, mientras que la unidad de 6.5 litros empleada en los últimos años mejoraba con hasta 670 CV y 660 Nm.

Cifras que sin duda acompañan a la estética que uno espera de uno de estos toros italianos, y que además podías combinar bien con una caja de cambios manual o una automática. La marca propiedad del Grupo Volkswagen pudo fabricar 4.099 unidades hasta 2010, cuando se dio luz verde a su reemplazo. Impulsado por un gigante V12 recientemente desarrollado, el primer Aventador salió de la línea de montaje en febrero de 2011, y estuvo en producción hasta septiembre de 2022.

Nissan GT-R

La sexta generación de las siglas GT-R es muchas cosas: fue el primero en deshacerse de la denominación Skyline, el primero con un motor V6 y el que más tiempo ha estado en producción (desde finales de 2007, y aún vigente). un súper gran turismo 2+2 que en su día avergonzó a muchos superdeportivos, como el Porsche 911 Turbo (su rival directo, pero a mitad de precio).

Año tras año, Nissan lo ha ido actualizando para mantenerlo competente. Y vaya si funciona, pues todavía le quedan algunos años de vida. Nissan todavía es extremadamente reservada sobre su sustituto, y los rumores tampoco son precisamente útiles. Hay argumentos a favor de la asistencia híbrida, pero en qué porcentaje, no lo sabemos. Sin duda, es el coche de la lista que no llamará más la atención por su aspecto (comparativamente hablando), pero no ha habido nada que ofrezca tantas prestaciones por tan poco.