Listas

5 coches de aspecto retro que no debieron volver

Ya lo dicen, las segundas partes no siempre son buenas

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Ahora más que nunca, la moda “retro” pisa con fuerza. Pero esto no es ninguna novedad: es cíclico como la historia. Y como tal, significa que ya hubo un tiempo pasado en el que dicha tendencia también fue muy popular. ¿La última vez? Justo cuando cambiamos de siglo hace ya más de dos décadas. Porque que el efecto de apelar a la nostalgia es muy fuerte, pero no siempre funciona. 

Por eso te traemos cinco ejemplos de coches retro que no deberían de haber vuelto en una nueva generación. A veces, una reiteración modernizada no cuaja como uno se espera en el imaginario colectivo. Además, cada uno de los coches que son enumerados a continuación tenía el objetivo de labrarse un nicho comercial, esforzándose por lograr suficientes ventas como para lograr un retorno favorable de la inversión inicial. Lamentablemente, ninguno de ellos alcanzó esos objetivos y acabaron pereciendo en el olvido. 

No obstante, creemos que merecen un reconocimiento por sus esfuerzos, por ofrecer algo distinto a lo común y racional. Esencialmente, buscaron capitalizar la nostalgia que rodeaba a sus icónicos modelos anteriores, con la esperanza de atraer a clientes mayores, así como a la demografía millennial de moda. Este enfoque condujo a la creación de vehículos como el New Beetle de Volkswagen, el MINI de BMW (distinto del Mini original) e incluso los muscle cars contemporáneos como el Mustang, el Challenger y el Camaro. 

BMW Z8

¿Cómo? ¿En serio? ¡Pero sí es precioso! Indudablemente. Y tenía todo a su favor cuando se presentó en 1999. Con un diseño escrito por Henrik Fisker (de Aston Martin), el Z8 se inspiró estéticamente en el prototipo Z07 mostrado en el Salón del Automóvil de Tokio de 1997. Su estética se remontaba claramente al 507 Roadster y el resultado fue magnífico.

Asimismo, el chasis completamente de aluminio (algo inusual en ese entonces) y el motor V8 del M5 (E39) deberían haber resultado en un gran impulso para sus ventas. Por desgracia, el BMW Z8 no recibió elogios generalizados por sus atributos teóricos, lo que llevó a una mera producción de solo 5.703 unidades entre 1999 y 2003. En consecuencia, BMW optó por no continuar con el desarrollo de un digno modelo sucesor. Eso, y que el Mercedes-Benz SL ya había establecido un punto de apoyo firme en el segmento.

Citroën e-Méhari

La idea parecía ser muy buena: revivir el espíritu del Méhari original con un diseño fresco y en formato eléctrico. Era 2016, y el auge del coche eléctrico todavía estaba en sus primeros compases. El modelo tenía vocación recreativa, orientado sobre todo a clientes particulares que lo usasen en zonas playeras o para empresas de alquiler y hoteles. El objetivo de Citroën era hacer apenas 1.000 unidades anuales... Y sabes lo que pasó.

¿Cuántos has visto por la calle? Pues eso. Aunque la carrocería de plástico y la tapicería TEP lo hacían muy apto para un maltrato en la costa, y su carrocería al descubierto te permitía disfrutar del solecito, fue un fracaso. El precio en España era de 23.500 euros (2017), y había que incluir el alquiler de las baterías (87 euros mensuales). Durante el primer año se vendió en la asombrosa cantidad de 725 unidades, en 2017 solo 252. Gracias a un lavado de cara en 2018, auparon hasta las 385, pero en 2019 se puso fin a la producción.

Chrysler PT Cruiser

Si bien tuvo relativo éxito en los primeros compases de su vida, no demostró ser digno de una segunda generación. Originalmente desarrollado para convertirse en un modelo en la ya desaparecida alineación de Plymouth, el PT Cruiser fue una versión moderna de muchos de los coches que pululaban de la década de 1930, pero su doble más cercano fue el Airflow Sedan de 1934.

El prototipo fue bien recibido, y cuando aterrizó en el 2000 se postuló como un compacto de grandes dimensiones que, a buen seguro, te haría girar la cabeza. Debajo de su nostálgico exterior, el PT Cruiser aunaba un estilo de nicho y el uso de piezas del Dodge Neon. Pero no fue suficiente, y a medida que el modelo se acercaba al final de su ciclo de producción ya no se vendía apenas. 1,35 millones de unidades y 10 años después, Chrysler tomó la decisión de eliminarlo gradualmente de su oferta de modelos.

Honda e

El más moderno de esta lista. Cuando se enseñó el proyecto en 2017, todos queríamos uno. La prensa elogió el diseño del Urban EV Concept y lo calificó como “un adorable homenaje a algunos de los primeros coches de Honda, como los diminutos Civic de la década de 1970”. Además de su atractiva carrocería, de condición de motor trasero y tracción trasera haría las delicias de aquellos que buscasen disfrutar conduciendo.

Planteado como el iPhone, Honda quería –y quiere– ofrecer un producto de nicho con una serie de soluciones tan curiosas como un salpicadero de madera donde se superponen tres pantallas o la ausencia de espejos retrovisores tradicionales. Su motor eléctrico aporta bien 136 o 154 CV, pero su autonomía de apenas 220 kilómetros y un precio de partida superior a los 33.000 euros no han motivado al auge del peculiar modelo japonés. Honda esperaba vender más de 10.000 unidades al año, y aun no ha llegado en más de dos años.

Jaguar S-Type

Ninguna otra empresa combina tan fácilmente la elegancia y la sofisticación como Jaguar. Sin embargo, uno de sus modelos, el S-Type, estuvo disponible durante nueve años y no es se llevó muchos elogios. Porque, si bien Jaguar tiene muy en cuenta el patrimonio cultural de Gran Bretaña, su compromiso inquebrantable con el diseño clásico contribuyó (en parte) a la caída del S-Type. 

La apariencia refinada llama la atención, pero los entusiastas de los automóviles se sentían atraídos por otras marcas que ofrecían algo más moderno. Diseñado en 1999 a partir de la plataforma “Panther” de Ford, ofrecía motores V6 y V8 de hasta 396 CV en la variante R de altas prestaciones. Incluso hubo una mecánica diésel de seis cilindros con 207 CV. Pero no era suficiente ni eso, ni la madera o el cuero que recubría su interior. Muchos veían un Ford con aspiraciones de Jaguar, y de 1999 a 2005 se vendieron 290.000 unidades.