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Una gran mayoría no lleva su coche nuevo a la casa oficial

En realidad, muchos de ellos prefieren llevarlos a sus taller multimarca de confianza 

Normalmente, cuando uno se compra un coche recién salido del concesionario, lo procura cuidar tanto (o más) como a un hijo. Es por eso que no dudas en dejar varios centímetros al momento de aparcar junto a coches, lo lavas a mano con mucho mimo e incluso te giras una vez más a verlo cuando lo cierras. Por supuesto, eso implica llevar el coche siempre a la casa oficial para pasar las revisiones y reparaciones pertinentes, ¿o no?

Esta encuesta ha sido realizada por Deloitte, una de las auditorías, consultorías y asesoras financieras más grandes e importantes del mundo. De entre los ocho países que han sido abordados, curiosamente es en España donde más importancia tienen los taller multimarca, donde ocho de cada 10 de los usuarios encuestados llevarían su coche nuevo a uno. Sí, eso significa que la gran mayoría de los españoles preferimos llevar el coche a un taller no oficial antes que acudir a la marca, aún teniendo el coche con garantía.

Es un dato cuanto menos curioso, pues las casas oficiales siempre de jactan de ofrecer los servicios de mejor calidad y con las mayores garantías. Al fin y al cabo, ¿quién va a conocer mejor el coche que la gente que trabaja con los modelos del fabricante? Bueno, parece que no es el caso, al menos en nuestro país, dado que el 47 % de los conductores encuestados manifiestan abiertamente que llevan sus coches nuevos a un taller multimarca, muchos de los cuales tienen un personal igual o más cualificado que el oficial.

Contrario a muchas creencias populares, existen muchos mecánicos y profesionales en los talleres multimarca que son igual o más cualificados que los de un taller oficial

Con respecto a este último, sería elegido por un 33 % de los encuestados, concretamente en el mismo concesionario donde compró el coche, mientras que apenas un 13 % optaría por llevarlo al taller oficial de la marca. Algunos de los factores más representativos que ilustran estos números, destacan dos a la hora de decidirse por la compra de un nuevo coche. Por un lado está la transparencia en los los costes reales del coche, siendo imperante para dos de cada tres usuarios. Por otro, interactuar en persona con el coche.

Llamadme anticuado, pero en la época digital que estamos viviendo se está perdiendo hasta el ir a los concesionarios para el coche que quieres presencialemente. No siempre las fotos y un folleto servirán para ver todos los atributos e imperfecciones de un coche. Hay que estar ahí y sentirlo. Y generar un trato cara a cara con esa persona que va vendértelo con el fin de obtener una experiencia más provechosa; siempre podrás aclarar todas las dudas antes de firmar nada, e incluso conseguir mejores condiciones de financiación.

El coche conectado es una realidad, pasando a ser una extensión de nuestro teléfono móvil. Sin embargo, la gran mayoría aún no confía en que el coche también sea una base de datos

Pasando a lo que podríamos definir como la “política de privacidad”, en el caso de hacerse con un coche conectado, el 19 % de los usuarios compartiría sus datos con el concesionario y tan solo el 13 % con el propio fabricante. Sin embargo, el mayor porcentaje lo representan aquellos que no la compartirían con nadie, el 21 % de los conductores. Seguramente, esta tendencia se revierta más pronto que tarde. Lo mismo pasaba con los smartphones, y ahora, hasta el número y las claves de tu cuenta bancaria son accesibles.

Según parece, a seis de cada 10 dueños de un coche nuevo les preocupa que se compartan los datos relacionados con la ubicación del vehículo y el uso de los servicios conectados. Sin embargo, el 69 % de los usuarios sí que está de acuerdo con compartir los datos generados por el coche con el fin de recibir alertas sobre su estado (véase batería) y su mantenimiento (véase recordatorio). Asimismo, el 68 % querría recibir actualizaciones sobre la seguridad de la vía, y el 67 % sobre el estado del tráfico para buscar otras rutas.