El mundo del motor parece estar viviendo un momento muy dulce tras la crisis de componentes que vivió hace unos meses, y a pesar de las muchas dudas de los compradores y clientes con respecto a la movilidad "eco-responsable" con los vehículos eléctrico e híbridos. Un momento dulce que, sin embargo, no parece estar viviendo a su vez la planta de Stellantis en Vigo, donde volverán a sufrir cortes de producción ante la falta de componentes.
La llegada del coche eléctrico, y la insistencia de las distintas organizaciones nacionales e internacionales en apoyar este tipo de movilidad frente a los coches de combustión, ha hecho que muchos sean los amantes del motor que comiencen a dudar sobre cuál es la mejor opción de compra automovilística para los próximos años.
Unas dudas que se han sumado en los últimos meses, debido a las últimas consecuencias de la pandemia del coronavirus, y a la guerra de Ucrania, a una crisis de componentes de las principales marcas automovilísticas casi sin precedentes. Y es que estos hechos extraordinarios y sin duda históricos han provocado fuertes retrasos en las entregas por parte de los fabricantes de los nuevos modelos a sus clientes.
Situación que, sin embargo, parece haberse solucionado casi por completo en este 2023, donde gran parte de las principales marcas automovilísticas están registrando números positivos en ventas. Así pues, mientras en España, Toyota y Dacia son las marcas que lideran las ventas durante estos pasados meses, lo cierto es que las cifras positivas se extienden a nivel europeo e incluso mundial. Tanto, que Subaru ha duplicado su beneficio en el primer trimestre fiscal de 2023 gracias a las ventas, mientras que la exclusiva Ferrari ha aumentado su beneficio semestral en un 28,8%.
STELLANTIS VIGO SE QUEDA "A LA COLA" DEL AUGE AUTOMOVILÍSTICO
Cifras de muchas de las principales marcas automovilísticas que se repiten en las últimas semanas, y que parecen demostrar una clara recuperación del sector del motor tras estos complicados años de conflictos armados y crisis sanitaria a nivel mundial, a pesar de que muchos son los países que actualmente aún sufren consecuencias económicas de gravedad, como en el caso español.
Sin embargo parece que aún quedan algunos problemas de suministro por resolver. En concreto, en el grupo Stellantis, que no parece tener controlado el suministro de componentes para algunas de sus plantas de fabricación, como es el caso de la fábrica de Stellantis en Vigo, que volverá a quedar paralizada por la falta de piezas.
En concreto, la factoría gallega parará parte de su producción este próximo viernes 4 de agosto debido, tal y como ha informado la compañía a sus trabajadores, por la falta de componentes necesarios para continuar con el ensamblaje de los vehículos de esta planta viguesa.
"Por causas de fuerza mayor, a consecuencia de la falta de aprovisionamientos, se suspende la actividad" destacan desde la empresa. Una falta de componentes que no es la primera vez que se produce en la planta de Vigo, y que parecen demostrar que, a pesar de la relativa normalidad del mercado, aún queda mucho que hacer para que algunos de los sectores del grupo Stellantis vuelvan a la normalidad en la fabricación y la entrega de sus coches.
Realidad que parece perseguir a esta sede del grupo en la ciudad gallega, y que, sin duda, podría acabar siendo un punto de inflexión para el grupo automovilístico a la hora de realizar un plan de actuación para evitar nuevos parones en la producción y ensamblaje de sus productos, evitando así una pérdida de confianza, o de ventas, de cara al comprador final, que podría acabar buscando otras alternativas de vehículo ante estos pequeños retrasos del grupo.
