Son fuentes directas de la directiva de Land Rover las que avisan que la reestructuración de Jaguar en España responde a una dinámica europea que es el preludio de su venta. Los propios integrantes de Jaguar Land Rover tienen claro que los indios de Tata Motors están cansados de su inversión.
Costó 2.500 millones y casi una década después parece que no obtienen los resultados deseados. Ahora, según fuentes directas de la marca británica, Tata Motors se plantea quitarse de encima Jaguar y centrarse exclusivamente en Land Rover, pese a que las cifras económicas y de fiabilidad de esta conocida marca británica no son especialmente boyantes.
La información que viene del seno de la directiva de Land Rover inquieta, y mucho, a los trabajadores de la marca británica, pero tampoco les ha sorprendido.
La reestructuración que ha sufrido Jaguar en España, donde se ha cancelado la antigua red y se han reducido los concesionarios oficiales a cinco (que estarán previsiblemente ubicados en Madrid, Barcelona, Valencia, Coruña y Marbella), responde a una dinámica europea que aún va a dar mucho que hablar.
La idea es primero reestructurar. Y si no hay posteriores resultados positivos, vender directamente al mejor postor. No es la primera vez que los trabajadores de Jaguar Land Rover pasan por esto.
Ya lo sufrieron cuando Ford le vendió la patata caliente a Tata Motors por 2.500 millones de euros. Pero sí la primera que se haga con una tendencia claramente de recorte.
Son muchos los datos que hay que tener en cuenta, pero los problemas de fiabilidad y el hundimiento de las ventas son los más destacados.
Es un hecho que se ha cancelado de golpe la red Jaguar y se pretende reducir también la de Land Rover en cuanto se pueda (pues hay que tener en cuenta que el 2022 ha sido el peor año en ventas para este fabricante).
Y lo será previsiblemente que Tata Motors lo quiera poner a la venta. De momento, las fuentes dejan claro que los indios no tienen ni la más mínima intención en aumentar el dinero que se destina a las factorías.
No darán ni un duro más. Y tampoco, como consecuencia, aumentarán el presupuesto para solucionar esos muy comentados problemas de fiabilidad.
En Alemania ya ha habido problemas por esta reducción de concesionarios oficiales. La marca afronta problemas y los indios no parecen estar dispuestos a asumir más quebraderos de cabeza mientras las ventas y sobretodo las cifras globales no acompañen. Jaguar se hunde. Los recambios son caros, los coches también y la fiabilidad está en entredicho.
El hundimiento de las ventas no solo responde a estos problemas que no saben solucionar bien desde el servicio posventa y desde las factorías. Estas mismas fuentes detallan que hay otros problemas que han contribuido al descenso de ventas en 2022.
A los problemas de calidad reconocidos públicamente por el CEO de Jaguar Land Rover, se suma la salida de Reino Unido de la UE, la falta de microchips que afecta a todas las marcas de coches, la guerra de Ucrania y las consecuencias que esto ha tenido para la compra de según qué materiales y del coste de la fabricación de los mismos, el retraso de los coches eléctricos y del proceso de electrificación de Land Rover y el posicionamiento de la marca con productos cada vez más caros como consecuencia directa de la inflación.
Y todo con un Tata Motors que ha asegurado que no pondrá más dinero para solucionar el problema. Con los motores de combustión en entredicho, los indios se han negado a mejorar la inversión en las factorías
