JAGUAR LAND ROVER

Revienta su Range Rover al sacarlo del taller y le prometen un motor nuevo, pero sin garantía: "Se están riendo en mi cara"

Land Rover monta motores a veces con piezas de desguace
Land Rover Range Rover Evoque
Land Rover Range Rover Evoque

Llevó su coche al taller oficial de Range Rover Velar porque se habían roto unos cuantos componentes clave. Concretamente, hablamos de una avería de cerca de 7.000 euros por cambiar el turbo, la cadena de distribución y la revisión en sí del coche, tal y como ha detallado el propietario del coche en un grupo de afectados de Jaguar Land Rover. Pues bien, cuando sacó su coche del taller, le “reventó” el motor porque, según detalla, el aceite no circulaba correctamente. El infierno vino después cuando se enteró de que le iban a poner un motor nuevo. Pero con un vicio oculto.

El coche costó nuevo 88.000 euros y desde el principio presentaba problemas mecánicos serios. Sobretodo relacionados con la falta de aceite permanente. Como decíamos, el afectado se gastó unos 6.800 euros en reparar su coche y al salir del taller oficial el vehículo le dejó tirado en medio de la calle. Volvió al taller para exigir que le contaran qué había pasado y desde la casa le dijeron que a falta de una explicación razonable, le iban a montar un motor nuevo. A priori, todo parecía un servicio posventa decente que se hacía cargo de sus errores. Pero al excavar un poco, se daría cuenta de que esto no era así, ni mucho menos.

A los 15 días de dejar el Range Rover Velar en el taller, recibió una llamada en la que le decían que, ante el nuevo problema que le había dado, le iban a poner un motor completamente nuevo. Desde el taller oficial le dijeron que había tenido mucha suerte, según ha relatado, porque le pasó tan solo 20 minutos después de sacarlo del taller, por lo que ellos mismos se harían cargo de de la avería.

Fue entonces cuando empezó el papeleo. Había que firmar alguna documentación en las oficinas del concesionario en las que reconocía abiertamente que “está de acuerdo” con la nueva reparación, además de que le detallaron que el nuevo motor que le iban a montar no tenía los problemas endémicos del anterior. Al mismo tiempo, firmaba que el motor venía de Inglaterra.

Tras firmar, el cliente preguntó sin ánimo de meter más prisa de la necesaria si el coche estaría listo antes de 2024, a lo que le respondieron que era posible, pero que no prometían nada. El afectado, aliviado porque al menos le arreglarían el coche, les dijo que no pasaba nada, porque tenía un motor nuevo y otros dos años de garantía, a lo que desde Land Rover le dijeron que de eso nada, que el nuevo motor no tenía ni la más mínima garantía.

Tras hablar con una amiga e intentar buscar una explicación a lo ocurrido, a por qué no tenía garantía ese motor nuevo que le iban a montar tras fallar dos veces. Resulta que el motor era recuperado, un reciclaje al uso con el que dar salida a viejos componentes y sobretodo con el que ahorrarse unos euros y no ponerle un motor completamente nuevo. El cliente trasladó su enfado por la decisión tomada, pero de momento no hay más solución que esperar a que le pongan este motor recuperado, un tipo de componentes que en algunos casos traen piezas de desguace.

Esto es un caso más de los miles que han visto cómo Land Rover intenta solucionar las averías de la forma más rentable para ellos, aunque ello implique reducir la calidad de los componentes que montan.