COCHES ELÉCTRICOS

El Gobierno "reconoce" que la zona azul y verde de Madrid no ha frenado el cambio climático

El estudio que pretende ver los avances de la Agenda 2030 deja a todo el mundo impresionado.
zona azul
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Las principales administraciones públicas nacionales e internacionales siguen apostando por una movilidad cada vez más eficiente y menos contaminante.

Una apuesta que llevaba al Gobierno de España a diseñar diferentes planes de movilidad y energía para buscar que, cumpliendo con la normativa europea, España pueda dejar de depender de vehículos de combustión de cara a 2035.

Una realidad que, sin embargo, parece ser muy distinta a la de los conductores españoles, que siguen apostando por los coches “más contaminantes” en el mercado de segunda mano.

La contaminación del planeta, y la búsqueda de un modo de vida más sostenible, ha hecho que algunas de las principales organizaciones internacionales, como la Unión Europea, hayan mostrado su apuesta en firme por la movilidad “eco-responsable”.

Un contexto en el que diferentes gobiernos nacionales, como es el caso de España, no han dudado en realizar diferentes proyectos de movilidad responsable, impulsando los coches de bajo consumo, o de consumo eléctrico, a través de distintas normativas, ayudas y prohibiciones.

Algo que, en el caso español, también se veía reflejado en el Plan de Energía y Clima, con el que España se compromete a multiplicar por 25 el número de puntos de recarga eléctrica de cara a 2030.

Un proyecto que haría que, en siete años, España pudiera contar con 340.000 puntos de carga de vehículos eléctricos distribuidos por todo el territorio nacional.

Un plan que, tal y como ha destacado el IV Observatorio de la Movilidad Sostenible en España, es indispensable para que la oferta de modelos de coches eléctricos llegue a funcionar en el país.

Vehículos que, al menos de momento, parece que no están conquistando a los conductores españoles, que siguen prefiriendo los vehículos de combustión ante la incertidumbre existente sobre los vehículos eléctricos, su rentabilidad y su utilidad en viajes largos.

LOS VEHÍCULOS DE COMBUSTIÓN, UNA APUESTA SEGURA

Audi S4 Sedán
Los modelos de combustión, los favoritos de segunda mano.

Así pues, y a pesar de que cada vez los ciudadanos parecen más concienciados con el cuidado del medio ambiente, parece que los modelos “ecológicos” no están siendo capaces de introducirse en la realidad de la venta de coches.

Al menos, no de una manera que pueda llegar a competir con los coches “más contaminantes” que, a pesar de las claras restricciones que sufren en algunas zonas de España, siguen liderando el mercado de segunda mano.

Y es que, a pesar de que los coches más contaminantes (y más antiguos) no son aptos para conseguir una pegatina medioambiental y, por tanto, tienen prohibido el paso en las zonas de bajas emisiones (ZBE) impuestas en ciudades como Madrid, lo cierto es que en el mercado de segunda mano, estos coches parecen ser los más cotizados por los compradores.

En concreto, según los datos de MSI para la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos (Ganvam), un tercio de los vehículos de segunda mano que se han vendido en España en el primer trimestre del año no pueden acceder a las zonas de bajas emisiones, presentes en todos los municipios de más de 50.000 habitantes.

“Tal y como muestran las estadísticas, las ZBE, previstas en la Ley de Cambio Climático, no han impactado significativamente en la decisión de compra de los vehículos de ocasión. De hecho, las ventas de usados cero emisiones apenas han crecido un 1,2% en el primer trimestre, representando únicamente el 1,5% de las ventas de ocasión” destacan desde Ganvam

Palabras que parecen demostrar que, a pesar de los claros esfuerzos de las distintas administraciones por apostar por una movilidad más ecológica en sus territorios, las grandes dudas que generan estos vehículos, y la falta de puntos de carga y de información ante este radical cambio de la movilidad, sigue haciendo que los compradores de segunda mano españoles sigan apostando por los vehículos más tradicionales, a pesar de las restricciones que las administraciones siguen imponiendo a los vehículos que cuentan con la confianza de los conductores.