Mecánica

Una conocida periodista la lía en un taller: acude a recoger su coche y se lleva el de otra persona

Taller - Info Taller
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La conocida periodista del corazón, Pilar Eyre, ha compartido en sus redes sociales una divertida anécdota que le ocurrió en un taller de coches. Al parecer, Eyre se confundió de vehículo y se llevó uno que no era suyo.

El incidente se produjo cuando la periodista acudió al taller a recoger su coche, que había sido reparado. Como no se acordaba de la matrícula, se fijó en un modelo similar al suyo, pero de color diferente. "Mi coche es negro y yo cogí uno azul", explicaba Eyre en su publicación.

Al percatarse del error, los empleados del taller salieron corriendo a buscarla. Sin embargo, la periodista pensó que la estaban despidiendo: "¡Yo saludando sacando la mano por la ventanilla!", relató con humor.

La anécdota ha generado multitud de comentarios en las redes sociales, donde muchos usuarios se han tomado la situación con humor. Algunos han bromeado sobre la posibilidad de que Eyre haya inspirado una nueva comedia, mientras que otros han compartido sus propias anécdotas, para nada peores que las de la periodista: “Este verano me senté en un coche que resultó que no era el mío. Los dueños, que me miraban atónitos, no acaban de creerse que hubiera confundido su BMW negro por mi Citroen C3 azul. Yo lo veía raro por dentro, pero creía que mi hijo había toqueteado los mandos”, responde Marta.

La anécdota de Luis tampoco se queda atrás: “Coche patrulla un sábado noche en una zona de copas. Se nos sube un turista noruego y nos dice en inglés la dirección de su hotel. Después de 20 minutos intentando explicarle que no era un taxi, se fue alegando que presentaría una reclamación (creía que si lo éramos y que no le queríamos llevar)”.

Este peculiar episodio nos recuerda que, incluso a las personas más famosas, les pueden ocurrir situaciones embarazosas. Sin duda, la espontaneidad y el sentido del humor de Pilar Eyre han hecho que esta anécdota se convierta en una de las más comentadas del día.

Sin duda, la anécdota de Pilar Eyre nos ha sacado una sonrisa y nos ha demostrado que la vida está llena de pequeños momentos inesperados que pueden alegrarnos el día.