Se presenta el caso de Tomás, un mecánico de un taller oficial de Ford en Valencia, que parece no tener mucha paciencia con clientes problemáticos. Este es el trasfondo de la historia de un cliente insatisfecho que ha acudido a GT Automoción para contar su mala experiencia con un taller oficial de Ford en la Comunidad Valenciana. Este propietario tuvo un accidente y la aseguradora encargada de la reparación, Mapfre, no ha logrado encontrar una solución al problema que aqueja al vehículo.
El Ford presenta una serie de fallas consecutivas que han dejado al cliente en un estado de desesperación. A pesar de que el taller oficial en Valencia ha cobrado una cantidad significativa por una reparación importante, ascendiendo a 11.600 euros (9.600 más IVA), no han logrado solucionar el problema. El cliente afirma haber realizado las llamadas pertinentes, pero Tomás, el mecánico a cargo, ha decidido bloquearlo en WhatsApp y evitar sus llamadas, calificándolo como "pesado", según el testimonio del cliente.
Aunque el taller ha sido "amable" y ha otorgado descuentos en diversos aspectos de la reparación, incluyendo un 12% en pintura, un 8,5% en chapa y otro 12% en materiales, estos esfuerzos no han sido suficientes para resolver las fallas del cliente. Cada vez que se resuelve un problema, aparece otro nuevo; desde la radio que no funciona hasta el portón trasero del maletero que deja pasar agua cuando llueve.
La situación se ha vuelto tan grave que incluso han tenido que extraer el motor del vehículo, encontrándolo saturado de aceite. Además, el turbo del Ford emite un sonido extraño, pero el taller no parece haberse percatado de esta nueva falla. A pesar de todas las complicaciones, Tomás no parece estar dispuesto a atender adecuadamente al cliente.
Ante esta situación, el cliente decidió recurrir a GT Automoción en busca de una solución. Sin embargo, la avería no está claramente definida, lo que dificulta el proceso de reparación. Ángel Gaitán, el propietario del taller, ha intentado contactar con el taller de Valencia para resolver el problema, pero se suma una complicación adicional: Mapfre es quien debe cubrir los gastos, y los mecánicos han expresado su descontento en las redes sociales por la baja remuneración que reciben de esta aseguradora.
Aunque el coche sigue funcionando, no está en condiciones óptimas y la aseguradora tiene la responsabilidad de garantizar una reparación completa. Por otro lado, el taller debe cumplir con su trabajo de manera adecuada, pero parece que hay obstáculos que impiden su desempeño óptimo, ya sea por la insuficiente compensación por parte de Mapfre o por otras razones que desconocemos.
