Llega el verano, y como suele ser habitual, aumentan las visitas al taller. Hay quienes, hacen bien, y quieren tenerlo listo antes de salir de vacaciones. En otros casos, es porque el coche sufre alguna falla motivada por las altas temperaturas, especialmente en nuestra península. El problema radica en que los talleres no solo no cuentan con los componentes a tiempo, sino que tampoco tienen a los empleados cualificados para descongestionar esta situación.
Ejemplos de esto hay por doquier. Uno de los más recientes es el de Carlos Verdejo, jefe del taller Vertrisa S.L. en Coslada, Madrid. Hace más de un mes pidió unos faros para un Renault Captur, pero no llegan. Verdejo denuncia en su canal de YouTube los perjuicios que recibe su taller por las demoras, aún sin ser culpa suya. La falta de piezas es un problema para todo el sector, con recambios que no solo tardan en llegar, si no que a lo mejor ya ni se fabrican, lo que obliga a los talleres a buscarse la vida para reparar los coches de sus clientes.
“La problemática de Renault todavía sigue vigente”, declara Verdejo. Esta es una situación que no solo perjudica a su taller, dado que tiene un “coche bloqueado” en el que no puede seguir trabajando y un hueco en el que no puede generar más beneficios, sino también a su clienta, que se quedará sin su coche todo el mes de agosto. El taller, como muchos trabajos de autónomo, también tienen derecho a un descanso, y cierra para tomarse unas merecidas vacaciones. Es algo que hay que tener en cuenta con cualquier taller (salvo cadenas).
Con un parque automotriz cada vez más envejecido, es más fácil que nuestros compañeros de viaje se fatiguen antes
Aquellos talleres “de los de toda la vida” están teniendo serios problemas para atender a toda la demanda de coches que se avalanchas en sus instalaciones en julio, y lo que está por venir en agosto... Porque los coches que pululan por nuestras carreteras superan la década de vida, concretamente 13,9 años de edad media al finalizar 2022, según los datos de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (GANVAM). Es casi el doble que en 2006 (7,9 años), y para más inri, el 70 % de los turismos que circulan por España tienen más de 10 años.
Inevitablemente, eso aumenta la probabilidad (y la estadística) de que le coche acabe en el taller. En el de Thais, en Bétera, Valencia, la vida media de sus pacientes es de 13 años. Se trata, por lo tanto, de mecánica que necesita un mayor tiempo de reparación por la escasez de piezas y de profesionales especializados. Y con esas, el taller debe de sacar adelante todos los coches que tiene incluso fuera de sus instalaciones. Sin los componentes disponibles, ni los mecánicos adecuados, ni una gestión que permita disminuir la cascada de coches.
Los problemas con la producción y el suministro de semiconductores y piezas empezaron en la pandemia y se agravaron aun más con la guerra de Ucrania
Además, de acuerdo con la Asociación de Talleres Madrid (Asetra) y su último estudio sobre sus hábitos de mantenimiento del vehículo. Si hace 10 años el mismo estudio elevaba a un 40 % el número de conductores que retrasaba las revisiones del coche, en 2023, ese mismo porcentaje se ha reducido al 32 %. Según una encuesta entre una muestra representativa de los más de 30.600 participantes en alguna de las ediciones Carrera del Taller, con un total de 218 respuestas obtenidas, el 68 % de los conductores lleva al día el mantenimiento.
¿Por qué la gente mantiene tanto tiempo su coche? La razón es obvia, ¿no? Ahora, la gente debe preocuparse por el cuidado de su coche como consecuencia del envejecimiento del mismo. Pero un 35 % de los conductores consultados por el estudio de Asetra renovaría su coche por uno nuevo si sus condiciones económicas personales fueran más satisfactorias. El dinero no crece de los árboles, y una gran parte de la población no puede permitirse gastar más de 20.000, 30.000 o 40.000 euros por un coche nuevo con etiqueta medioambiental.
