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Los cables de carga de los coches eléctricos son la nueva moda

No por el auge del coche eléctrico per sé, si no por lo que valen en el mercado negro

Los ladrones de coches son cada vez más creativos en su búsqueda para hacerse con cosas de nuestros preciados vehículos sin permiso alguno. Los propietarios de vehículos eléctricos ahora están en el punto de mira, pues estos amigos de lo ajeno han descubierto una nueva forma de enriquecerse rápidamente: robando los cables de carga. Y se venden como están o como chatarra, considerando que en sus entrañas hay cobre.

A medida que el robo de catalizadores se ha convertido en una gran molestia pública en los últimos años, los propietarios de los coches eléctricos se consideraron afortunados de que los suyos no tuvieran un componente tan costoso. Por supuesto, las baterías de iones de litio son más caras, pero robarlas no es tan sencillo. Aun así, los dueños de coches eléctricos subestimaron la creatividad de los ladrones. Se adaptan rápidamente para encontrar cosas nuevas que sean fáciles de robar y lo suficientemente como para que valga la pena el riesgo.

A medida que la inflación ha mordido después de la pandemia y los precios de la gasolina y el diésel se han disparado, también se vivió una epidemia de robo de gasolina. Los ladrones hacían un agujeros en el depósito del coche y lo vaciaban. A más de dos euros el litro, era lo suficientemente atractivo como para no preocuparse por las consecuencias. Incluso había delincuentes más sofisticados que descubrieron cómo piratear surtidores de para dispensar combustible gratis. ¿A quién lo le gustaría repostar por la cara con los precios que hay?

Con la chatarra de cobre vendiéndose a alrededor de 8€/kg y la poca vigilancia en la mayoría de los puntos de carga, no sorprende que existan indeseables que saquen provecho de ello

Aunque los vehículos eléctricos no tengan depósitos de gasolina o de diésel para extraer o cortar sus convertidores catalíticos, no significa que no haya nada que saquear. A juzgar por el aumento del número de informes policiales, los ladrones descubrieron algo valioso y fácil de robar, los cables de recarga. Puede parecer que quedarse sin un cable es mejor que sufrir con un vehículo paralizado al no tener un convertidor catalítico. Aún así, el resultado final es el mismo: debes pagar mucho dinero para devolver las cosas a donde estaban.

Hemos visto anteriormente que los delincuentes no tienen problemas para cortar los cables de carga en las estaciones de recargas, pero eso requiere planificación y trabajo. Robar los cables de los coches que están cargados en casa parece que lo más fácil. Tan solo lleva unos segundos desenchufarlo y el precioso cable desaparece. Reemplazarlo puede ser costoso y no tienes garantía de que no vuelva a suceder. Ya se pueden ver innumerables vídeos en las redes sociales viendo cómo los cables son sustraídos en apenas unos pocos segundos.

Los cables de carga para los vehículos eléctricos son bastante gruesos y están fuertemente aislados por razones de seguridad, pero se pueden cortar con las herramientas adecuadas

Por lo tanto, recomendamos a todos los propietarios de coches eléctricos que aseguren sus enchufes exteriores si los cargan en la entrada de cada. Idealmente, deberían de cargar sus monturas eléctricas en un garaje cerrado, si es posible. Si no, es mejor hacerlo lejos de la vista de la calle. Aún con todo, a medida que los ladrones aprenden que todos los vehículos eléctricos vienen con un cargador portátil, intentarán robarlo donde puedan, desde centros comerciales hasta en estacionamientos privados e incluso las estaciones de carga.