Seguro que no es la primera vez que lo has pensado: “Quiero un deportivo”. Y adjunta a esa misma declaración te habrás planteado: “Pero uno que no me cueste mucho dinero y pueda disfrutarlo”. En ese instante procedemos a buscar en alguna de las numerosas páginas web una buena oferta y vemos que hay muchas alternativas por debajo de 10.000 euros. ¿Cuál sería la opción de nuestro mecánico favorito de TikTok, Ángel Gaitán?
Bien, compañeros lectores, sabemos que Gaitán no es solo un buen mecánico de gran labia. También es un entusiasta de los coches y, como a muchos de nosotros, también le gustaría disponer de más tiempo libre para ponerse tras el volante de coches tan pasionales como el Mercedes-Benz SLK de segunda generacion (R171). El modelo, lanzado en 2004, evolucionó el concepto de un pequeño biplaza descapotable de techo duro retráctil estrenado en 1996, siendo un deportivo ligero y compacto para disfrutar en cualquier circunstancia.
De hecho, de ahí vienen las siglas “SLK” (“Sportlich Leight Kurz”, en alemán). Hasta la fecha, la mayoría de los roadsters contaban con un techo plegable de lona, y consecuentemente traía problemas como un peor aislamiento ante el viento y la lluvia, o que el graciosillo de turno lo rajase en ese breve momento que has dejado el coche aparcado a la vista de todos. Es cierto que un techo de metal es más pesado, no solo por el material, también porque hay que incorporar un sistema de apertura y plegado mecanizado eléctricamente.
Mercedes-Benz compensó el sobrepeso con motores más potentes que iban de los 163 CV (200 K) hasta los 360 CV (55 AMG). Y seguro que estás apostando a que el propietario de GT Automoción elegiría justo la vertiente más enérgica, ¿verdad? Pues no. Gaitán se haría con el modelo más equilibrado, el Mercedes-Benz SLK 350. En su primera iteración (2004-2008), este bloque V6 atmosférico de 3.5 litros aportaba 272 CV y 350 Nm sobre el eje posterior, mientras que en el lavado de cara (2008-2011) pasó a entregar 305 CV y 360 Nm.
Con este propulsor, el SLK podía completar el sprint de 0 a 100 km/h en poco más de cinco segundos y continuar acelerando hasta los 250 km/h de velocidad máxima (limitada). Con esas cifras, un chasis perfectamente equilibrado y la posibilidad de escoger entre una caja de cambios manual de seis relaciones o una automática de te siete (de tipo convertidor de par), te aseguras de lucir muchas sonrisas, así como los de aquellos que lo ven desde fuera. Porque es innegable que el SLK es un biplaza que realmente te hace mover el cuello.
Con su largo capó y un habitáculo retrasado prácticamente al eje trasero, el Mercedes-Benz SLK cumple con las proporciones de un roadster tradicional. Uno que se podrá comportar como un descapotable y como un coupé sin mermar el confort de marcha o la dinámica del conjunto. Además, la motorización 350 es la más alegre de todas las que se podían escoger con tres pedales, una de las razones por las que Gaitán opta por ella; el SLK 55 AMG, con su motor V8 de 5.5 litros, tan solo se podía adquirir con la mencionada caja automática.
Admítelo, ahora tú también tienes interés en probarlo y, quizá, plantearte adoptar uno en tu garaje. Pero, ¿cuál es el precio a pagar para hacerse con uno? En el momento de escribir estas líneas, las unidades más accesibles parten en torno a los 12.000 euros, mientras que las mejores cuidadas (normalmente pertenecientes al restyling) disfrutan de una cotización de entre 15.000 y 20.000 euros. Teniendo en cuenta que el precio de un SLK 350 nuevo era superior a los 50.000 euros, parece que ahora es un buen momento para comprar uno.
