Curiosidades

Chapuzas de las propias marcas: edición Chrysler

Las apariencias engañan, y a veces funcionan muy bien 
Chrysler Imperial 1990

Acostumbrados a ver chapuzas en el mundo de los talleres, siempre tendemos a asumir que los fabricantes sacan sus coches de la línea de producción perfectamente diseñados, donde hay un “por qué” en todos y cada uno de sus aspectos. Sin embargo, hay veces en las que las propias marcas son las artífices de aplicar soluciones de las que se deberían avergonzar. En esta ocasión vamos a ver un decisión de diseño de Chrysler muy curiosa.

Aunque sus coches no fuesen muy populares por estas tierras, todos tenemos en mente sus clásicas berlinas de las décadas de 1970 y 1980. No solo Chrysler, también Ford y General Motors parecían diseñar sus coches con escuadra y cartabón. Diseños sencillos, pero que hoy son muy icónicos. Bien, en esa época, dichos fabricantes tendían a rediseñar la línea del techo de cara a ofrecer diferencias estéticas con respecto al modelo vendido un año antes (aunque motores y plataformas fuesen las mismas).

Pero si pensabas que iban a modificar los panales de la carrocería con nuevas planchas en la planta de producción, estás muy equivocado. Sería lo más profesional, claro, pero también lo más caro. ¿La alternativa más conveniente? Ejecutar el rediseño mediante fibra de vidrio y pegotes de pegamento industriales, y luego esconderlo todo bajo vinilo. Esta fascinante práctica y olvidada fue muy utilizada en aquel entonces, y en parte ahora, pues parece que esconder todo en mansilla o vinilo es “la solución”.

Chrysler Executive, Chrysler E Class, Chrysler New Yorker (1983)
Chrysler Executive, Chrysler E-Class, Chrysler New Yorker (1983)

La artesanía de Chrysler de la década de 1980 es muy curiosa, donde las carrocerías de los demás modelos del grupo (Dodge y Plymouth) se transformaron en distintas versiones sin tener que estampar nuevos paneles ni nada por el estilo. Encima de estas líneas puedes ver la gama E-Class del fabricante estadounidense. Todos ellos son el mismo coche, pero fíjate bien en la línea de los techos. Muy diferentes entre sí. El de abajo parece la versión low cost, mientras que los de encima aparentan ser más premium.

La moda de los techos de vinilo es bastante desconcertante hasta que uno lo piensa en este contexto: presentaban una gran oportunidad para que los diseñadores de coches hicieran cambios baratos, rápidos y bastante significativos en los diseños de carrocerías sin el coste o la complejidad de estampar nuevos paneles de carrocería. El vinilo era ideal para ocultar los pecados y los fabricantes se aprovecharon de esto. Ahora, echa un vistazo este trabajo una vez más. Quita la cubierta de vinilo y esto era lo que había:

El nuevo conjunto de la luna trasera en su carcasa de fibra de vidrio se empujó en el orificio del cristal existente, la ventanilla del cuarto trasero se tapó con un pedazo de estampado de metal y se aplicó mucho de ese butilo negro. Un poco de sellador y pegamento aplicado por toda la zona, et voilà! Ya tenías un nuevo modelo por el que cobrar unos cuantos miles de euros (o dólares, en este caso) más. Es difícil imaginarse a un fabricante haciendo esto en la actualidad. Y aunque espantoso, hay ingenio en la idea.

Si ya has logrado convencer a la gente de que, de alguna forma, tapizar el exterior del techo servía para mejorar la percepción de elegancia, ¿por qué no aprovechar eso? Mete algunos trozos de fibra de vidrio y obtén una apariencia completamente nueva sin gastar apenas unos centavos. Todos ganan. De hecho, Chrysler fue una especie de maestro de este tipo de falsificaciones adhesivas en aquellos tiempos. Mira este ejemplo entre el 600 de Chrysler y el de Dodge (arriba/abajo) y pon tu vista en las luces traseras.

Faros Chrylser 600-Dodge 600
Faros Chrylser 600-Dodge 600

Los primeros son unos pilotos bastante simples de tres secciones. Un par de años después, el estilo cambió para hacer populares las luces traseras envolventes más grandes, donde las luces envolvían las esquinas traseras del coche, normalmente integrando los intermitentes o las luces de posición laterales (obligatorias al otro lado del charco) para intentar lograr una apariencia más limpia. Dodge quería eso y, en 1985, le hizo un leve lavado de cara que las incluía. Pero parece que hay algo que no cuadra bien.

Notarás que esas luces de posición laterales todavía están separadas. ¿Por qué?  Bueno, eso es porque se construyeron de una única forma. Una vez más, Chrysler era demasiado tacaña para rediseñar la lámina de metal y acomodar las luces envolventes más grandes, por lo que, simplemente, superpuso esa parte extra del faro para cubrir la carrocería del vehículo por encima. Chrysler lo aderezó con un poco de cromo a los lados y en la parte superior de esas luces y así ocultar tal racanería a sus clientes.

Plymouth Caravelle (1983) Edit
Plymouth Caravelle (1983) Edit

Una vez más, vulgar, pero muy inteligente. Mejoraron el aspecto de la parte posterior y, de verdad, apuesto a que la mayoría de los propietarios nunca se dieron cuenta ni les importó que la esquina trasera de sus pilotos posteriores no hicieran nada. Total, ahora se venden muchísimos coches con salidas de escape de imitación y tomas de aire que van a un hueco macizo, ya sea un compacto normal y corriente (como un Honda Civic), un sedán premium  (Mercedes-Benz) como o un deportivo (Toyota Supra).