INTRODUCCIÓN
En esta ocasión, hemos tenido la oportunidad de probar la nueva generación del Mercedes Benz SL, ahora conocido como Mercedes-AMG SL.
Para ponernos en contexto, describiremos brevemente sus características técnicas. La unidad cedida para las pruebas es un SL 63, equipada con un motor V8 biturbo de 4 litros que rinde 585 cv, gestionado por una transmisión automática de 9 velocidades propia de la marca, tracción a las cuatro ruedas, eje trasero direccional, interior repleto de extras, sistema de conducción autónoma, y muchos más equipamientos.
MOTOR
Nos detenemos en el propulsor de esta máquina. Mercedes mantiene la composición tradicional en la gama AMG y versiones 63, bloque de aluminio de 8 cilindros colocados en V con una cilindrada de 4.000 centímetros cúbicos. Rinde 585 cv entre 5.500 y 6.500 rpm, con un par máximo de 800 nm, unas cifras espectaculares y, sobre todo, fuera de lo común dentro de la tendencia generalizada de los fabricantes hoy en día.
Resulta curiosa la constitución del sistema de refrigeración del motor, con tres circuitos independientes encargados de refrigerar tanto motor, turbos, caja de cambios como el aceite motor o el intercooler, llevando más de 20 litros de refrigerante entre todos los circuitos.
No tenemos sistema híbrido ni microhíbrido, ni puerto de carga ni motor eléctrico, estamos ante un vehículo ‘de la vieja escuela’ adaptado a los tiempos que corren, homologado bajo normativa Euro 6 y, por tanto, distintivo medioambiental C para poder circular por las zonas de bajas emisiones de nuestro país.
Fuera de los modos de conducción de los que dispone, el rendimiento es espectacular, muy buena respuesta en bajos que permite la circulación tranquila dentro de la población, pero no es el aspecto más destacable. En el rango medio de revoluciones, es cuando se siente la patada que tiene este coche, manteniendo el empuje hasta el corte de inyección, sobre todo en el modo Race en el que el vehículo entrega todas sus posibilidades. La marca declara un 0-100 km/h en 3,6 segundos, y una velocidad máxima de 315 km/h.
TRANSMISIÓN Y CHASIS
La caja de cambios automática de Mercedes de 9 velocidades, con embrague multidisco bañado en aceite, es nuevamente, una apuesta segura y tradicional de la marca. Más que probada en todas las gamas, con unos cambios muy precisos, rápidos y bien gestionados en función de la circulación, unido a la fiabilidad que ofrece, la constituye como el complemento ideal para el propulsor.
Cabe destacar que estamos ante un vehículo descapotable, con capota de lona, la cual es capaz de descapotar y capotar en un tiempo de 15 segundos aproximadamente y como dato curioso, en circulación, hasta 60 km/h. El aislamiento es de una gran calidad, pero no llega a ser perfecto, durante la marcha sentimos ligeras corrientes de aire en la parte superior y en la zona de unión de la ventanilla con la capota. En comparación a otros fabricantes, es una sensación mínima, pero reseñable durante la prueba.
En relación con el chasis, aporta una sensación de conducción del vehículo muy aplomada y segura, sin tener balanceo apreciable, como suele ser común en los vehículos descapotables, ya que se ha rediseñado el chasis desde cero, dándole especial importancia a la rigidez y a los materiales empleados para reducir el peso del conjunto.
La tracción total 4Matic+, novedosa en la gama SL tras casi 70 años de historia, y que permite la entrega de potencia del propulsor de manera eficiente, también adquiere gran importancia, pero cabe destacar un nuevo elemento incluido por la firma. Se trata del eje trasero direccional que equipa este vehículo, un sistema diferente gestionado por dos actuadores combinados con un motor eléctrico, que sustituyen a los brazos de suspensión traseros comunes.
INTERIOR Y EQUIPAMIENTO
Otra novedad dentro de la gama SL es la inclusión de dos plazas traseras, convirtiéndolo en un vehículo 2+2, pero con un tamaño muy reducido, un ángulo de asiento incómodo y con unos asientos delanteros de gran tamaño, calefactados, ventilados y con numerosas regulaciones que no permiten apenas espacio para las piernas de los ocupantes traseros.
El sistema de infoentretenimiento posee infinitas posibilidades, con una velocidad de gestión muy buena y pudiendo cumplir con prácticamente la totalidad de las necesidades de los ocupantes. Tenemos que destacar la enorme pantalla central, colocada en orientación vertical que puede parecer un ‘pegote’, pero que al menos permite variar su inclinación para mantener la visión con los reflejos al ir descapotado.
CONCLUSIONES / RESUMEN
Estamos ante un auténtico roadster de lujo, con un precio base de 216.700€, un motor espectacular, tecnología de lo más avanzada y que mantiene el espíritu de coche de fin de semana, dejando de lado completamente las cualidades necesarias para el uso a diario. El que se pueda permitir dichas cifras, no se arrepentirá de la compra, disponiendo de un vehículo cuyo valor posiblemente sea duradero en el tiempo, y que le permitirá salir de la rutina de la electrificación y de las nuevas normativas que se están implantando.
